En la sala del Rectorado y en las paredes de los pasillos de la Unidad Educativa Andino se exhiben los trofeos, medallas y diplomas que han ganado los estudiantes en certámenes deportivos y culturales. La institución tiene 40 años de trayectoria. La rectora Rogelia Carrillo, de 98 años, a quien de cariño la llaman ‘mamita’, ha fomentado en los jóvenes la afición por el deporte y la cultura.
La oratoria y el básquet son las áreas en las que más se han destacado los estudiantes. El pasado 16 de marzo, la selección de básquet de la categoría Infantil ganó el Campeonato Intercolegial. “En lo que va del año hemos obtenido tres trofeos. Tenemos alrededor de 1 000 reconocimientos”, dijo la Rectora, quien fundó la institución en 1972.
“Me jubilé como docente a los 58 años, pero no quise quedarme en la casa. Me sentía mal, sin hacer nada. Por eso fundé el Colegio Andino. Le puse este nombre, porque en esa época estaba de moda el Pacto Andino”.
En la institución, ubicada en las avs. Colón y 6 de Diciembre, estudian 900 alumnos. En el primer año se matricularon 90. El lema que impartió la Rectora a los maestros fue: ‘Educar con cariño’.
En el décimo C, los 26 estudiantes reciben, el martes pasado, a las 09:30, clases de Ciencias Sociales. El profesor Hernán Quiñones hace un recuento con sus alumnos sobre los temas que serán parte del examen y enfatiza en que deben estar al tanto de las noticias. “Recuerden que no somos una isla, lo que sucede en el mundo también nos afecta”, dice, antes de que suene el timbre.
Ahora, la voz de Ileana Valencia, inspectora, se empieza a escuchar con fuerza en los pasillos. “Salgan, sigan por favor”, dice a los jóvenes para evitar que se queden en las aulas.
A esa hora, el ir y venir de alumnos por las gradas es intenso. La multitud se desespera por llegar al patio. Karla Yépez y sus amigas se adelantaron al bar para conseguir un mesa. “Hoy es martes de pizza, debemos comprar antes de que se acabe”, dice la joven, quien también es parte de la selección de básquet de mujeres.
“La formación que he obtenido en el equipo me ha permitido ingresar a la Concentración Deportiva de Pichincha. He viajado a varias provincias y a Colombia, Bolivia y Perú por los campeonatos. Creo que el Colegio me ha dado la oportunidad de salir adelante”.
Vicente Mera, quien está por graduarse, coincide con su compañera. Él ha estudiado desde la primaria en el Andino y se ha involucrado en el básquet y la oratoria. “Por mi desempeño obtuve una beca en el Colegio. La Rectora también nos da premios”.
En la hora del recreo del martes y del jueves, Mera tiene clases de oratoria con la profesora Emma Carrillo. En una sala del primer piso se reúne con sus compañeros para repasar la presentación que harán el próximo 24 de Mayo. “Ser fuerte es ser constante. Ser fuerte es ser valiente”, exclaman los jóvenes. Carrillo les pide vocalizar y enfatizar cada palabra. “Vamos, levanten la voz”, dice.
La docente, de 80 años, ha estado al frente del Club de Oratoria desde los inicios del Andino. Uno de los logros que más recuerda es el de octubre de 1985. “Fue el primer concurso internacional en el cual participamos y sacamos el primer lugar. Hasta la fecha hemos conseguido 175 medallas de oro, plata y bronce”.
Luego de 40 minutos vuelve a sonar el timbre del recreo. Los jóvenes dejan el salón para retornar a las aulas. Lo mismo hacen quienes se encuentran en el patio. Los estudiantes permanecerán en la institución hasta las 14:00, que es la hora de la salida. Sin embargo, las puertas no se cerrarán hasta las 17:00. Los alumnos que pertenecen a los clubes de básquet, teatro, inglés, música, break dance, ajedrez, taekwondo y cheerleaders asistirán a sus clases extras.
Recuerdos de ex alumnos
Madeleine Abarca
Asesora del Ministro de Finanzas
‘En el Colegio aprendí a ser constante’
Durante mi época colegial aprendí valores como el respeto al prójimo y a regirme a las reglas que se deben cumplir dentro de una sociedad. Esto me ayudó en mi vida profesional, porque puse en práctica lo aprendido y con el mismo desempeño y disciplina logré alcanzar mis objetivos.
Yo egresé en 1991, fui bachiller en física y matemática, y cuando estuve en tercer curso, en 1987, gané un concurso intercolegial de oratoria. La experiencia fue muy linda.
Hólguer González
Preparador físico FEF
‘En 1986 le ganamos al Mejía en básquet’
En 1986, yo vine de un colegio de curas a estudiar en el Andino. En mi anterior institución me negaron la matrícula, porque me descuidé de los estudios. Yo era muy aficionado al básquet. Al llegar aquí, la rectora Rogelita Carrillo, me dio la oportunidad de desarrollar esta destreza y me concedió una beca. Ese año, por primera vez le ganamos al Colegio Mejía, el campeonato de básquet. En el Andino aprendí que cuando se te cierra una puerta se te abre otra.
Fernando Quintana
Músico
‘Con apoyo logré alcanzar mis metas’
En 1972 estudié la primaria en el Andino, entré a los 10 años, porque me diagnosticaron parálisis cerebral y no podía movilizarme por mis propios medios.
En un homenaje que organizó el colegio por el Día de la Madre, la Rectora me pidió que tocara una canción en el órgano. Después de esa presentación, entré al club de música. Mi profesora Nívea Noboa me motivó para dedicarme a este campo. El gran apoyo que recibí en el Andino me ayudó a alcanzar mis metas.
Los primeros laboratorios del Andino
Las aulas en 1984. Los alumnos de la Unidad Educativa Andino complementaban la teoría con actividades prácticas. En el laboratorio de Química (izq.), el profesor guiaba a los estudiantes que miraban a través de los microscopios la composición de las células. En el laboratorio de inglés (der.) los jóvenes reforzaban sus conocimientos con las clases de Listening (escuchar conversaciones en inglés). Cada alumno tenía sus propios implementos de trabajo.