La opción para visitar áreas recreativas en la ciudad se amplió. En los últimos cinco años, durante la gestión de Augusto Barrera, se habilitaron ocho parques: Cuscungo, La Armenia, Metropolitano del Sur, Chilibulo, Guápulo, Rumipamba, Equinoccial y Bicentenario.
Estos ocho espacios suman 1 290 hectáreas de espacios verdes. Pero para su adecuación como áreas de recreación se hizo una labor previa. Fueron delimitados, se habilitaron canchas deportivas, juegos infantiles, equipos de gimnasia inclusiva, bancas, quioscos, baterías sanitarias, senderos, parqueaderos, entre otros.
Ahora estos lugares son puntos de encuentro para los deportistas y las familias que buscan distracción. Por ejemplo, en el norte, la pista del viejo aeropuerto tiene ahora otro uso. Esta es parte del parque Bicentenario y es aprovechada por ciclistas, atletas, patinadores. Ellos recorren la superficie que tiene alrededor de 5 kilómetros. No tener vehículos ni transeúntes cerca es una ventaja para los usuarios de este espacio.
Nicole Dillón, mora dora de El Rosario, comentó que desde que se habilitó este sitio, en abril del 2013, el parque Bicentenario es su alternativa para ejercitarse. En este sitio, a diario, utiliza las máquinas de gimnasia y practica una hora de ciclismo. Antes, se entrenaba en un sitio particular o en su casa.
Para Luis González, quien reside en La Florida, el Bicentenario se ha convertido también en su destino para recrearse. Antes de abril del 2013, él acudía a La Carolina, pero el primero le queda más cerca de su casa. En esta área se ejercita y disfruta de la naturaleza. De las 127 hectáreas que tiene este parque, 95 corresponden a áreas verdes.
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En el resto aún se mantienen los hangares y la pista. Sin embargo, ambos usuarios consideran que esta se debe conservar, porque es seguro para los deportistas. El proyecto del parque Bicentenario establece que en 15 años este sitio se consolide y cuente con más espacios verdes: viveros, humedales, dos tipos de bosque…
Este parque junto con otros parques rehabilitados son parte de la red de 13 parques metropolitanos. A los antes mencionados se suman el Guangüiltagua, La Carolina, Las Cuadras, Itchimbía y la ruta ecológica El Chaquiñán.
Para los moradores del sur, el parque Las Cuadras es un referente. En este espacio que tiene 24 hectáreas la gente puede estar en contacto con la naturaleza. Se trata de un espacio ecológico que tiene senderos, juegos infantiles, máquinas para hacer gimnasia al aire libre, un vivero y un reservorio.
Elizabeth Ormeño, moradora de Guamaní, acude con su hija Dana de 2 años hacia esta área recreativa. Lo hace cada semana para que la niña corra y juegue en los columpios, resbaladera, sube y baja…
Para Ormeño, el parque Las Cuadras es la mejor opción. Cerca de su barrio El Garrochal no se cuenta con áreas recreativas de estas características. “En Santo Tomás, La Venecia y El Garrochal no hay parques, solo canchas de fútbol y piletas”.
La Unidad de Espacio Público del Municipio informó que se cuenta con unos 4 000 parques. Estos, sumados a los 13 parques metropolitanos, dan un total de 6 000 hectáreas de áreas verdes.
Actualmente, según la entidad, cada habitante de la urbe cuenta con 21 metros cuadrados de áreas verdes. En el 2009 esta cifra era de 13 m2. Ambos parámetros están dentro de lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) que es de 9 m2.
Para Milton Barragán, magíster en Ordenamiento Territorial, contar con espacios verdes dentro de la ciudad es favorable, porque ayuda a purificar el aire. Por eso, recomienda que en la próxima administración municipal se dé mantenimiento a estos sitios y se siembren más árboles.
El profesional considera que el índice verde establecido por la OMS se cumple en la urbe. Además, que la inversión que demanda la construcción de nuevos parques es alta. En promedio, se ha destinado, cada año, unos USD 500 000 para construir y rehabilitar parques en el Distrito.
En contexto Los nuevos parques que se han habilitado en el Distrito, en los últimos cinco años, han generado que el índice de áreas verdes por cada habitante supere lo establecido por la Organización Mundial del Salud (OMS). Pero en el Bicentenario aún hay tareas pendientes.
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