Muchos productos que se importaban ahora son sustituidos en las perchas por artículos de producción nacional. Fotos: Mario Faustos / EL COMERCIO
Los ‘snacks’ importados escasean en las perchas de los supermercados y comisariatos. Estas golosinas han sido sustituidas por todo un surtido de marcas nacionales, en presentaciones que atraen a diferentes nichos de consumidores.
Es el caso del maní con pasas, o el maní ‘light’ que la firma Cris Alimentos comercializa en presentaciones de 200 gramos. Este producto y otros de marcas nacionales llenan toda una percha del local de Mi Comisariato del centro de Guayaquil.
Ecuador no registra importaciones de maníes, en ninguna de sus presentaciones, pero sí de otros alimentos y productos del hogar que tienen demanda en los supermercados. Es el caso, por ejemplo, del café soluble descafeinado, o la leche condensada.
Son dos productos, de entre muchos otros que ofertan los supermercados y que no están dentro de los 359 ítems, entre bienes y servicios, que considera el INEC para su cálculo de la inflación.
Los chocolates importados también evidencian incrementos, según los consumidores consultados. Para Érica Giler, cajera en una institución financiera privada de Guayaquil, el incremento es notorio en las golosinas. Ella y su esposo hacen compras cada 15 días en un supermercado de la ciudadela La Alborada, en el norte de la urbe. “Los chocolates subieron bastante. Una caja de 10 unidades que hasta enero costaba 5 dólares, ahora cuesta 7”.
La resolución del Comité de Comercio Exterior que impuso salvaguardias en marzo pasado a más de 2 960 productos importados también incluyó a los bombones, caramelos y confites. Estos fueron gravados con una sobretasa del 45%.
Tras la imposición de las salvaguardias, la importación de algunos alimentos frescos y procesados se redujo. La introducción de manzanas pasó de 3 781 toneladas en febrero (un mes antes de la imposición de la sobretasa), a 3 618 en junio pasado; mientras que la importación de leche condensada pasó de 219 toneladas en febrero, a 120 toneladas en junio último.
La variedad de productos importados depende de la oferta de cada supermercado. En Mi Comisariato, un frasco de café Buendía descafeinado importado de Colombia, en la presentación de 50 gramos, costaba hasta el pasado viernes USD 5,17; mientras que un tarro de leche condensada de 395 gramos de la marca Gloria, importada de Perú, costaba USD 2,17. En Almacenes Tía estos ítems no son parte de su actual oferta.
Sandro Sgaravatti, gerente nacional de Operaciones de esta cadena de tiendas, mencionó que alrededor del 90% de la oferta en sus perchas es de producto nacional. Aun así explicó que en su caso todavía les resulta complicado conseguir los volúmenes suficientes en algunos productos nacionales para cubrir la demanda en sus diferentes locales.
Corporación Favorita (Supermaxi) manifestó en respuesta a una consulta de este Diario, que en algunos casos, producto de las sobretasas arancelarias, algunos artículos superaron los valores promedios inflacionarios, pero se justificaron por el incremento en aranceles de la materia prima o los empaques. La Favorita mencionó que mantiene un control inflacionario de su línea de negocios, la misma que se encuentra por debajo de los valores que reporta el INEC.
El incremento también se da en varios artículos de aseo personal importados. Estos productos no están incluidos dentro de las salvaguardias, sin embargo registran incrementos considerables, a criterio de los consumidores. Carlos Tutiven, estudiante universitario cuenta que notó en sus facturas un incremento en los precios del champú y el desodorante importados. Tutiven realiza compras cada dos meses de champú, desodorante y ‘kits’ de afeitado. “El champú Dove grande lo compraba hasta marzo en tres dólares. Pero ahora ya me cuesta cuatro dólares. El paquete de tres afeitadoras Prestobarba lo compraba en tres dólares, pero ahora está en cuatro dólares y medio”.
En junio pasado el INEC registró la inflación más alta en lo que va del año. Fue del 4,87%, mientras que en enero fue del 3,53%. La entidad atribuyó la cifra de junio a un incremento considerable en los grupos relacionados con del transporte público, de los alimentos y bebidas no alcohólicas, y de un grupo de productos para el aseo personal. El índice se redujo en julio a 4,36%.