Son dos caras de una misma moneda y, como en ella, pese a sus diferencias, los dos hermanos se mantienen unidos. Ya no en el útero de su madre sino gracias a otro cordón umbilical: la política, que está en la sangre de los gemelos Gastón y Antonio Gagliardo.
Los hermanos, de 43 años, se mueven en esferas diferentes. El mayor es Gastón. Nació cinco minutos antes y es asambleísta de Alianza País por Guayas. Antonio es fiscal Distrital de esa provincia.
fakeFCKRemoveSu padre es Antonio Gagliardo Valarezo, fervoroso militante de la vieja Izquierda Democrática (ID). Fue el segundo ministro de Bienestar Social de Rodrigo Borja (1988-1992), y de Trabajo, con Rafael Correa, por casi tres años.
Gastón fue profesor de los colegios Americano y Panamericano, de Guayaquil, por 24 años. Como su hermano aprendió a tocar la guitarra clásica. Se especializó en el Conservatorio Superior de Música de Barcelona (España).
La música no fue solo un ‘hobbie’. En 1999 acompañó en Viña del Mar al cantante Juan Fernando Velasco, con quien interpretó ‘Para que no me olvides’.
A Antonio también le gusta la música. Pero dio prioridad a su carrera en la Función Judicial. Se vinculó a la Fiscalía en 1997.
Diez años después le encargaron la Fiscalía del Guayas, de la que es su titular desde noviembre del 2009, “por las mejores notas en el concurso de méritos”.
Este abogado tiene dos hijos, Antonio y Zoila, de 17 y 15 años. Él heredó el carácter reservado de su padre. “Yo me le robé la sonrisa”, bromea Gastón.
Por su labor, Antonio y su familia tienen seguridad las 24 horas, ya que ha recibido amenazas.
Gastón, el legislador, vive entre Quito y Guayaquil. A su ciudad regresa los viernes, para ver a su familia. Tiene tres hijas, Noelia, Alfonsina y Nicole, de un mes.
Los lunes temprano está de vuelta en la capital. Trabaja en las comisiones de Educación General y Superior y en Fiscalización.
Pese a la distancia y a las diferentes funciones que ocupan, hace poco la vida los juntó otra vez. Tuvieron una visión similar frente al pedido de juicio político al fiscal Washington Pesántez.
Gastón votó a favor del archivo de la solicitud de este proceso en la Comisión de Fiscalización. “No hubo pruebas; no lo defiendo a él sino a la Ley. No podía llevarse el caso al Pleno con leguleyadas”.
Su discurso es el mismo que manejan los oficialistas más cercanos a la posición del presidente Rafael Correa en la bancada.
“El Presidente es el Presidente, si le hacen una pregunta debe responder”, contesta ante las reiteradas declaraciones de Correa en contra del fallido juicio.
Su gemelo también hizo pública su posición. El nombre de Antonio Gagliardo apareció en el comunicado de prensa que publicaron los fiscales del país en respaldo a Pesántez, tras el accidente de tránsito que involucró a su esposa Aliz Borja, en enero.
El funcionario del Guayas afirma que ese remitido fue una arbitrariedad, pues él no autorizó que lo incluyeran. “Quizás, si me hubiesen consultado, habría firmado”, admite, pese a ello.
Antonio Gagliardo y Pesántez se conocieron 10 años atrás, cuando este último era asesor de la fiscal general Mariana Yépez.
En esa época, Gagliardo ya trabajaba en la Fiscalía de Guayas. Incluso, Pesántez fue su profesor en la maestría de Criminología.
Esta amistad se afianzó en el 2007, cuando la Asamblea Constituyente encargó a Pesántez la Fiscalía. “Debo reconocer que él me da siempre su respaldo. Jamás me ha desautorizado”.
Antes había sido Fiscal de Delitos Migratorios, donde pidió condena para 70 personas vinculadas a coyotaje. Ha sido crítico con los jueces por la liberación de detenidos y audiencias fallidas.
Pese a esta familiaridad, Gastón sostiene que no fue presionado ni por Correa ni por su hermano para defender al Fiscal. A Antonio lo ve poco; ya casi no comparten momentos juntos como en su infancia y adolescencia, donde tuvieron novias gemelas.
De niños, los Gagliardo eran “como dos gotas de agua”. No era fácil diferenciarlos físicamente, recuerda Nicolás Issa Obando, quien junto con su padre Antonio, fundó la ID en Guayas, en 1977.
A los 11 años, los gemelos ayudaban a coordinar las caravanas electorales de Borja, quien buscaba la Presidencia de la República. Issa, ex embajador en España por este Gobierno, narra que Gastón y Antonio eran de los pocos niños que asistían a esos eventos.
Por eso, Gastón gustó de la política. Así, junto a su padre contactó a Rafael Correa, en el hotel Continental de Guayaquil, en el 2005. Fue poco tiempo después de que dejara el cargo de Ministro de Finanzas con Alfredo Palacio.
“No tenía plata para una campaña ni un movimiento. Eso decía el Presidente”, recuerda Gastón.
Entonces, padre e hijo le ofrecieron apoyo y la central de Poder Cívico Ciudadano, en las calles Hurtado y Esmeraldas. El local, que está ubicado en el centro de Guayaquil, fue el primero de Alianza País en la Costa.
La historia empezó a bordo de una camioneta KIA que luego recorrió el país. Ahora Gastón no disimula su adhesión a Correa.