Rafael Correa Delgado. Presidente de la República
¿Quién es?
Economista que desde el 2007 es Presidente de la República. En su gestión ha cuestionado a los medios y ha llevado a los tribunales a El Universo para judicializar una opinión de un ex columnista.
Lo que dijo
“Mientras Diario El Universo no rectifique la mentira grosera que dijo y que permitió que se publique, seguirá el respectivo juicio”, dijo el 13 de julio en una entrevista radial desde Quevedo.
Lo que hizo
No aceptó la propuesta de rectificación que El Universo le planteó seis días después de su pronunciamiento en Quevedo. Argumentó que ya era extemporánea y que seguiría el juicio.
El presidente Rafael Correa se le dificulta mantener una postura sólida en su querella contra El Universo.
En esta semana se le cayeron los principios esenciales con los cuales quiso poner una etiqueta ciudadana a este proceso judicial, criticado dentro y fuera del país.
Su intención de impulsar el juicio contra el periódico en calidad de ciudadano y no como Jefe de Estado fue el primer punto que se quedó sin piso.
Aunque había dicho que la asistencia a la audiencia del martes sería una actividad personal, los hechos indicaron lo contrario.
No solo que su escolta lo acompañó a la sede de la Judicatura en Guayaquil, sino que su Gobierno desplegó un operativo militar y policial en los alrededores.
La logística estatal estuvo a disposición de Correa y sus colaboradores. Y aunque la justificación oficial fue garantizar la seguridad de las partes del proceso, la Fuerza Pública no impidió la agresión con huevos a Emilio Palacio, ex editor de Opinión de El Universo, uno de los querellados en la demanda judicial.
Ante esta situación, Palacio y su defensa denunciaron que la demostración de fuerza del Régimen fue una forma de amedrentar y presionar a la Justicia.
Correa tampoco pudo mantenerse en su primer ofrecimiento de retirar la querella, si El Universo rectificaba por el artículo de opinión ‘No a las mentiras’ de autoría de Palacio.
En una entrevista radial desde Quevedo (Los Ríos), el 13 de julio, dijo que una disculpa del medio, acompañada de la respectiva rectificación, sería suficiente para dejar sin efecto su demanda.
Seis días más tarde, cuando los directivos de El Universo ofrecieron publicar un texto de rectificación escrito por el Mandatario, él no aceptó. Sus argumentos y los de sus colaboradores para rechazar la oferta fueron distintos.
La primera explicación pública la dio Fernando Alvarado, vocero de Carondelet, quien pese a ser funcionario estuvo en toda la diligencia que se suponía era ciudadana. Señaló que resultaba un insulto a la inteligencia el planteamiento de los dueños del periódico. Argumentó que el Presidente no pedía un espacio en El Universo para publicar lo que él quisiera, sino una disculpa y rectificación que nacieran del propio rotativo.
Para la noche del martes, Correa tuvo un argumento, distinto al de su vocero. Lo hizo en una rueda de prensa propia de un Presidente de la República y no de un ciudadano común. En esa intervención dijo que el planteamiento de rectificación de El Universo era “extemporáneo”.
Y aunque reconoció que la audiencia del martes era el momento propicio para que el acusado intente una conciliación, dijo que los dueños dejaron pasar el “momento de los caballeros” para ofrecer la disculpa.
Ese fue parte de su argumento para continuar adelante con la querella. Aunque también aseguró que era para sentar un “precedente histórico” con lo que él considera los supuestos abusos de la prensa frente los ciudadanos.
Su exigencia de USD 80 millones por el supuesto daño moral que le ocasionó el artículo de Emilio Palacio en El Universo, así como el posterior manejo de esos fondos, es otro principio que le ha costado sostener.
Al igual que en meses pasados, el Presidente tampoco explicó esta semana con precisión los parámetros que usó para fijar en USD 80 millones el daño a su honra.
Lo que sí quedó claro es que no renunciará a que se le pague ese monto. Una vez que el juez Juan Paredes fijó en su sentencia que el daño moral ascendía a la mitad de lo exigido (USD 40 millones), su defensa anunció que insistiría en que sea de USD 80 millones.
Ante las preguntas del manejo que el presidente Correa le daría al dinero que recibiría por indemnización de este juicio, dijo que esos fondos irían al proyecto Yasuní-ITT y que no tomaría ni 20 centavos para su bolsillo.
Sin embargo, esa propuesta ambiental para dejar el crudo del Yasuní bajo tierra todavía es incierta y, por lo tanto, no se conoce con certeza el futuro final que tendrá ese dinero (ver nota pág. 4). En las redes sociales se ha recordado que en la demanda que Correa presentó en contra de Banco Pichincha, había dicho que no le interesaba el monto de su indemnización que, finalmente sirvió para comprar a su familia un departamento en Bélgica.
Todos estos antecedentes suscitaron críticas que apuntan que al Primer Mandatario, supuestamente, solo le interesa ‘quebrar’ a El Universo con la demanda. Desde Panamá, el ex presidente Abdalá Bucaram, quien ha apoyado a Correa en varios momentos en el pasado, dijo que este usó su poder en el juicio. “Nada justifica ganarse USD 40 millones dizque por defender el honor. Ser Presidente ahora es una lotería. Millonarios en un día gracias al poder”.
La honra y el buen nombre es el último principio que el Presidente ha intentado sostener esta semana. Se ha ido contra la legislación internacional vigente, como la Convención Interamericana de Derechos Humanos que dice que las ofensas a un funcionario público no deben ser sometidas a la legislación penal de un país.
Para argumentar su postura, Correa no dudó en referirse a El Universo y sus directivos como “prensa corrupta”, sin presentar prueba alguna. Por eso, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos ha criticado la demanda de Correa y la sentencia. Por eso ha exigido a la Justicia revocar la condena al diario.