El 29 noviembre del 2010 el entonces viceministro de Relaciones Exteriores del Ecuador, Kintto Lucas, ofreció la residencia ecuatoriana a Julian Assange.
Según Lucas, el Ecuador estaba preocupado por las revelaciones que sobre la diplomacia estadounidense se estaban haciendo al poner al descubierto los cables del Departamento de Estado.
“Vamos a buscar invitarlo para que venga a Ecuador a exponer libremente, no sólo a través del internet, sino a través de distintas instancias públicas, lo que él tiene de información y toda la documentación” recopilada, dijo entonces Lucas al portal Ecuadorinmediato.
“Estamos abiertos a darle la residencia de Ecuador (a Assange) sin ningún problema, sin ningún tipo de condicionamiento”, añadió en aquella fecha.
Sin embargo, pocos días, después el presidente Rafael Correa aclaró que su Gobierno no había decidido invitar a Assange ni darle residencia en el país.
“La declaración de Kintto Lucas fue a título personal, pues no ha recibido la autorización del canciller, ni del presidente”, dijo Correa entonces. “Nosotros jamás vamos a apoyar el rompimiento de la ley así ese país haya actuado equivocadamente”, dijo entonces Correa.
Meses después, durante una visita a Colombia, Correa relativizó su posición.
Durante una entrevista en NTN24 con Claudia Gurisati, el presidente ecuatoriano dijo que no se le ha ofrecido el asilo a Assange pero que tampoco se lo ha excluido. “Cometió una ilegalidad pero a la final nos brindó un bien mayor: revelarnos la política imperial de los EE.UU.”, dijo Correa en ese entonces.
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Wikileaks y Ecuador
Uno de los cables filtrados por Wikileaks provocó un pulso entre Ecuador y Estados Unidos el año pasado, que retiraron a sus embajadores respectivos.
El motivo fue un cable atribuido a la entonces embajadora estadounidense en Quito, Heather Hodges, que decía que en el país hay corrupción generalizada en la Policía.
El documento aseveraba que algunos funcionarios de la embajada creían que Correa había designado a un agente corrupto como director de este cuerpo para manipularlo.
Ecuador declaró a Hodges “persona non grata” y ella abandonó el país, y en respuesta el Gobierno estadounidense hizo lo propio con el entonces embajador ecuatoriano, Luis Gallegos. Durante el año pasado los dos países enmendaron la relación y ya cuentan con nuevos embajadores. EFE