Emisión de gas en el Cotopaxi, a 600 metros sobre el nivel del cráter, que se dirigió hacia el noroccidente. Fue tomada el 22 de enero por S. Santamaría, del Igepn. Foto: Instituto Geofísico
Pese a la baja actividad eruptiva del volcán Cotopaxi se podrían presentar pequeñas explosiones freáticas.
El Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional analiza esa posibilidad en su informe de actualización del comportamiento del coloso, que se reactivó el 14 de agosto del 2015.
Esas explosiones freáticas se producen cuando el magma -que tiene altas temperaturas-, choca con una fuente de agua, la cual hierve, se disipa y causa una explosión. Esta puede contener agua, vapor o ceniza.
Este fue el tipo de explosión que se tuvo el 14 de agosto, porque en el Cotopaxi se formó una fuente hidrotermal. Luego de ese evento, la laguna desapareció.
Esa fuente puede haber reaparecido, debido a las lluvias intensas que se han presentado hasta este momento.
El informe del Geofísico señala que hasta ahora no ha habido ningún cambio significativo en la actividad del volcán Cotopaxi.
Este coloso se ha mantenido en calma desde el año pasado. El 14 de agosto del 2015 se reactivó, tras 138 años de silencio, con una fuerte explosión y se mantuvo en ese tono por casi cuatro meses.
Las explosiones se caracterizaron por la presencia de ceniza y gases (dióxido de azufre), que se depositaron en los flancos del volcán y también se esparcieron sobre las poblaciones más cercanas, en las provincias de Cotopaxi y Pichincha.
El Geofísico explica que los datos del monitoreo obtenidos hasta el lunes 23 de enero del 2017 “no indican mayor cambio en el comportamiento del volcán. Lo más destacado ha sido la observación de emisiones de gases”, que son evidentes en estos días despejados.
Los niveles de sus parámetros de monitoreo, como las emisiones de gases y los sismos internos, se mantienen igual como el año pasado.
Los técnicos señalan que “durante las últimas semanas, la actividad sísmica del volcán Cotopaxi no ha mostrado mayor cambio respecto a los meses anteriores”; es decir se han presentado menos de 15 eventos diarios. Los sismos que se han detectado son principalmente los de largo periodo, que están asociados al movimiento de fluidos y pocos sismos volcano-tectónicos, que se dan cuando existe un fracturamiento de la roca interna, debido a la presión del magma.
El volcán Cotopaxi constituye una amenaza para las poblaciones asentadas en las provincias de Cotopaxi, Pichincha y Napo. En esas zonas se preparan los planes de contingencia para estar preparados ante una eventual erupción, que es imposible saber cuándo ocurrirá. La última fuerte erupción del Cotopaxi fue el 26 de junio de 1877.