Redacción Política
Lo que ocurrió en Morona Santiago en los últimos comicios fue un trabajo de más de dos años. Ganar ocho de 12 alcaldías y la Prefectura no fue un resultado inesperado. Al menos esa es la idea del actual prefecto electo por Pachakutik, Marcelino Chumpi.
El indígena de nacionalidad shuar cuenta que después del gobierno de Lucio Gutiérrez, tuvieron que acercarse nuevamente a las familias, a las comunidades, asociaciones y federaciones para que su proyecto político se levantara de nuevo.
“Lo que hicimos fue invitar a los líderes. Los dirigentes empezaron a reflexionar, incluso quienes estaban con Sociedad Patriótica volvieron a Pachakutik arrepentidos de haberse ido”.
Chumpi, quien ganó la Prefectura con el 35,33%, cuenta que el secreto estuvo además en no apoyar ninguna candidatura presidencial.
“No direccionamos el voto, pero si hubiéramos tenido un candidato, arrasábamos en Morona”. Incluso quien quedó en segundo lugar para la Prefectura tampoco fue de País.
Esta provincia se ha convertido en un espacio prácticamente impenetrable para el Gobierno y su movimiento. Allí Gutiérrez ganó con el 56,47%. Quizá eso motivó a que Rafael Correa visitara el sábado dicha provincia.
En su discurso les dijo que “no crean a los mentirosos que dicen que vamos a quitar las instituciones de la Amazonia. Confíen en su Gobierno, somos gente buena”. De paso les ofreció minería responsable y protección a los recursos naturales que se afecten.
En los poblados, la idea no les convence y prefieren confiar en los representantes de Pachakutik. En la parroquia Sevilla Don Bosco, del cantón Morona, hay una masiva tendencia a favor del movimiento indígena.
Allí habitan más de 6 000 personas en 29 comunidades. El candidato a la Junta Parroquial por Pachakutik dice que, para que eso ocurra, se trabajó con las familias. “Aquí la mayoría está con la 18”, cuenta Pedro Mashiant. Eso se comprueba cuando los habitantes opinan.
Por ejemplo, Ernestina Yampik cree que las autoridades mestizas los utilizaron y por ello apoya a los suyos. “El pueblo shuar se unió esta vez para mandar a nuestra gente al poder. Ahora les toca a ellos hacer bien las cosas por nosotros”.