El fréjol, también llamado judía, frijol o poroto, es infaltable en la mesa de los ecuatorianos. Aunque se lo puede consumir tierno, la mayor parte se cosecha seco.
En el país hay 35 000 hectáreas sembradas de este grano, explica Álvaro Salazar, técnico del Ministerio de Agricultura y Ganadería. “La Sierra norte, con 8 000 hectáreas, es la zona de mayor producción del grano en el país”. En promedio se cultiva de 30 a 40 quintales por hectárea.
Aunque existen 50 especies de fréjol, las variedades rojo moteado, canario, calima negro y blanco panamito son las más apetecidas por el mercado. Según Marco Borja, responsable del Área de Desarrollo Económico del Municipio de Mira, el rojo moteado es preferido en Colombia.
Hay varias especies, como cargabello, calima rojo, jema, toa, entre otros, que producen los granos que tiene una coloración roja con crema (rojo moteado). “El 70% de la cosecha de los valles del Chota, Mira e Íntag, ubicados en Imbabura y Carchi, está destinado para el sur de Colombia. Y, el resto, al interior de nuestro país”.
El fréjol canario es más apetecido en la Costa, especialmente en Guayaquil, para la elaboración de las menestras, dice Borja.
El fréjol negro está dirigido a las exportaciones hacia Italia y Francia y el blanco panamito a la industria, para elaborar leche de fréjol, dice Teodoro Méndez, presidente de la Corporación de Leguminosas de la Sierra norte (Coopcoles).
También hay otras variedades como el gandul, cuyo grano es similar a la soya. Aunque no tiene acogida en el mercado es preferido por los campesinos por su agradable sabor.
A pesar de su valor nutritivo y su popularidad, el fréjol enfrenta un problema: la inestabilidad frecuente del precio.
Ese inconveniente se solucionó temporalmente en el 2010 cuando el Gobierno compró cerca de 19 000 quintales a USD 78 cada uno. Pero el acuerdo quedó suspendido este año.
Por ello los agricultores de la Coopcoles, que tienen embodegados 6 000 sacos de fréjol, temen que el precio del quintal caiga a USD 40, que es lo que les ofrecen los intermediarios, para revenderlo al doble.
Fréjol canario
Es conocido como el rey de los fréjoles por su sabor y textura. Los granos son grandes o medianos, semirredondos y de color amarillo. Hay varias especies parecidas que poseen tonos amarillentos.
Entre los principales están el azufrado, el canario y el garbancillo.
En los valles del Chota y Mira han tenido buena cogida las variedades Iniap 480 e Iniap 420 (canario del Chota).
Fréjol calima negro
En Ecuador se cultivan varias clases de fréjol negro. Las más populares son el calima y el caraota. Esta especie es muy apetecida en países como Cuba, México, Brasil, Colombia y Venezuela.
En el país, también se lo consume aunque la producción está direccionado básicamente para la exportación a Europa, donde tiene creciente demanda. Se cultiva en climas cálido y templado.
Fréjol panamito blanco
Sus granos se caracterizan por su color blanco y la forma ovalada y semiaplastada. En los últimos años ha tenido aceptación en la industria, para elaborar leche de fréjol para exportar.
Esta variedad también tiene acogida para la preparación de las menestras, especialmente en la zona sur del país. Se lo utiliza seco y tierno. Se cultiva en Azuay, Loja y en Chimborazo.
Fréjol percal
Esta variedad, de grano mediano y color crema con rayas rojas, ha tenido buena acogida en los valles semi cálidos de Loja y Azuay. Este tipo de grano fue introducido al país desde Perú.
Las especies más comunes son percal blanco, bola 60, como también se le conoce a la variedad cocacho y percal rayado. Este tipo de producto está direccionado al consumo local.
Fréjol cargabello
Es una variedad de leguminosa que produce un grano de color rojo con pintas crema. Es de tamaño grande. Su producción se da en las provincias de Imbabura, Carchi y Pichincha.
El período máximo de consumo de esta especie es dos años después de que ha sido cosechada. Su siembra está recomendada de noviembre a enero y su cultivo de julio a septiembre.
Fréjol calima rojo
Esta es una variedad de la leguminosa que produce un grano de color rojo con crema (rojo moteado) de tamaño mediano. Se lo puede cultivar desde el clima tropical hasta el templado.
Se produce en la zona norte del Ecuador en las provincias de Imbabura, Carchi y Pichincha. La semilla que se emplea para sembrar esta especie de fréjol fue mejorada en laboratorio.
Fréjol toa
Esta es una especie mejorada. Su nombre es Iniap 412-Toa. Los granos se caracterizan por ser grandes de color rojo moteado. Una de sus bondades es que tiene gran demanda en Colombia.
Además tiene un período vegetativo relativamente corto de 180 días. Se lo siembra asociado con el maíz, en una altitud de 2 200 a 2 800 metros. Se cultiva de septiembre a diciembre.
Su valor nutritivo
El fréjol posee carbohidratos, proteínas, vitaminas A y B, calcio, magnesio, fósforo, potasio, entre otros.
Las provincias en donde se cultiva fréjol seco son Imbabura, Azuay, Carchi y Loja.
Las provincias en donde se cultiva fréjol tierno son Chimborazo, Guayas, Pichincha, Imbabura, Carchi, Azuay y Loja.
Este alimento es originario del continente americano.
Se lo ha utilizado desde la época precolombina.
Se cree que fue usado primero en México y desde ahí se esparció por todo el continente.
El fréjol es la leguminosa más cultivada a escala mundial.
Participa con el 57% de la oferta mundial de leguminosas.
Brasil encabeza la producción mundial seguida de México y EE.UU.
Detalles del cultivo
Con agua de riego y un manejo técnico adecuado se puede obtener hasta dos cosechas al año. Pero en los valles de Imbabura y Carchi solo se cosecha una vez al año.
La siembra de los granos se realiza entre octubre y abril y se cosecha, los granos secos, entre julio y septiembre.
En abril se cultiva el denominado fréjol fanesquero.
El fanesquero es un grano mejorado en el 2004 por el Instituto Nacional Autónomo de Investigaciones Agropecuarias en la comunidad de Tumbatú, Carchi.
Para darle un valor agregado los productores de fréjol seco estudian la posibilidad de elaborar harina.
La cosecha de Imbabura y Carchi está direccionada a Colombia.
Los envíos se realizan de manera informal, de la mano de comerciantes minoristas.
Las asociaciones Medallita Milagrosa, de Tumbatú, y Santa Marianita del Chota se organizaron para ofertar fréjol de calidad y limpio de impurezas.
Esta tarea, que se realiza, se denominada poscosecha y ofrece un valor agregado al producto.