Los gobiernos y organismos internacionales latinoamericanos apostaron esta semana por articular una nueva relación estratégica con Asia y Europa, con consecuencias sobre la influencia de Brasil, la reactivación de México y el futuro geopolítico de un subcontinente que hoy es uno de los motores económico del mundo.
Los objetivos son dinamizar el mercado europeo latinoamericano de 1 000 millones de consumidores y posibilitar un tratado comercial con Asia del Pacífico.
“La UE sigue siendo la mayor potencia comercial del mundo (…) Además, América Latina posee un cuarto de la superficie cultivable y un tercio de las reservas hídricas del planeta”, dijo en Chile la ex comisaria europea de Relaciones Exteriores, Benita Ferrero-Waldner.
La diplomática, tras pedir aupar la relación bilateral, apuntó que ambas regiones son complementarias en su desarrollo.
Unos quieren migrantes y materias primas, otros recursos, sostuvo. Sus palabras, aunque revelan el interés de Europa por una América Latina que posee USD 500 000 millones en reservas monetarias, tropezaron con el temor que genera hoy la economía europea.
“El déficit de Estados Unidos y la deuda de Europa son los mayores problemas para el desarrollo de América Latina”, dijo el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo, Luis Moreno, en el Foro Económico Mundial de América Latina, que concluyó ayer en Río de Janeiro.
La crisis de las naciones más desarrolladas ya empujó a varias naciones latinoamericanas a abrir sus horizontes y mirar al Asia como un mercado potencial para sus economías.
México, Colombia, Perú y Chile, y probablemente Panamá pronto, firmaron el jueves pasado un pacto para integrar sus mercados, pero también para constituir una relación privilegiada con China, país que al 2014 será el segundo socio comercial de la región, desplazando a la Unión Europea.
El acuerdo de estas naciones del Pacífico arma un bloque con más de 200 millones de habitantes, un 35% del Producto Bruto Interno latinoamericano, un 55% de las exportaciones del subcontinente y un aproximado de USD 800 000 millones en exportaciones e importaciones, monto que es superior a los USD 500 000 millones del Mercado Común del Sur (Mercosur).
En el futuro, el flamante bloque del Acuerdo del Pacífico busca integrar a más países, entre los cuales está Ecuador y varios centroamericanos.
El Gobierno ecuatoriano no considera prioritario participar en el nuevo bloque, por ahora.