Costa Rica inició ayer, 3 de febrero, el camino para una segunda vuelta electoral, algo que solo había ocurrido en 2002, en la que competirán el centro-izquierdista Luis Guillermo Solís, que dio la sorpresa al ser el más votado, y el oficialista Johnny Araya.
Los resultados del Tribunal Supremo de Elecciones (TSE), con el 89% de las mesas escrutadas, muestran a Solís, del centro-izquierdista Partido Acción Ciudadana (PAC), con un apoyo del 30,95%, mientras el aspirante del gobernante Partido Liberación Nacional (PLN), Johnny Araya, suma un 29,56%.
Ninguno de los dos superó el 40% necesario para triunfar el domingo, por lo que se deberá realizar una segunda vuelta electoral el 6 de abril.
El candidato Solís ofreció ayer una conferencia de prensa en la que anunció que abrirá el diálogo con diversos sectores de cara a la segunda ronda.
Tanto Solís como Johnny Araya, de la derecha en el gobierno, emprendieron ayer la búsqueda de alianzas para disputar la presidencia, tras esfumar el sueño de la izquierda de llegar al poder.
Un exguerrillero y un líder derechista
En El Salvador, mientras tanto, el exguerrillero izquierdista Salvador Sánchez Cerén y el líder derechista Norman Quijano empezaron ayer a tejer alianzas para enfrentarse en marzo en segunda vuelta.
Sánchez Cerén, candidato del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMNL) estuvo a punto de ganar el domingo la sucesión del presidente Mauricio Funes, primer mandatario izquierdista de El Salvador, al obtener el 48,92%, según el 99,16% de las mesas escrutadas.
Actual vicepresidente de El Salvador, Sánchez Cerén venció por 10 puntos a Quijano, de la derechista Alianza Republicana Nacionalista (Arena), en unos comicios con 53,5% de abstencionismo.
Si gana, Sánchez Cerén sería el cuarto exguerrillero que llega al poder por la fuerza de los votos, tras los presidentes Daniel Ortega de Nicaragua, José Mujica de Uruguay y Dilma Rousseff de Brasil.