Más libros reseñan la historia del afroesmeraldeño

Adison Gusamano, del Centro de Diversidad Cultural, muestra los textos a Mary Quiñónez. Foto: Marcel Bonilla/ EL COMERCIO.

Adison Gusamano, del Centro de Diversidad Cultural, muestra los textos a Mary Quiñónez. Foto: Marcel Bonilla/ EL COMERCIO.

Adison Gusamano, del Centro de Diversidad Cultural, muestra los textos a Mary Quiñónez. Foto: Marcel Bonilla/ EL COMERCIO.

Sobre uno de los estantes de la Biblioteca Municipal de Esmeraldas, Adalberto Ortiz, hay una sección solo de libros que hablan de la cultura del pueblo afroesmeraldeño.

El espacio se ha convertido en fuente de información para decenas de estudiantes, quienes acuden a consultar sobre los primeros africanos que llegaron a la ‘Provincia Verde’ y el aporte que ellos dejaron a la cultura afro de esta zona.

Recientemente llegó a este espacio un nuevo kit de seis libros que reseñan desde la llegada de los africanos al Ecuador, pasando por la esclavitud, el cimarronismo (formas de movilización en épocas de esclavitud), ya algunas expresiones artísticas, formas de vida, gastronomía y su música.

La donación la hizo la Editorial Abya-Yala, una de las mayores productoras de Ciencias Sociales de Latinoamérica. En el país, sus publicaciones concentran el 70% de la
producción editorial.

Entre los textos entregados están: ‘Papá Roncón: Historia de Vida’, escrito por Juan García Salazar; ‘Educación Cimarrona’, trabajado con la Universidad Politécnica Salesiana; ‘Representaciones del Cuerpo, discurso e identidad del pueblo afroecuatoriano’, y ‘Culturas ecuatorianas ayer y hoy’.

‘El Andarele en la música tradicional afroesmeraldeña’ y ‘La riqueza de los instrumentos musicales tradicionales afroesmeraldeños’, son otros dos libros escritos por el español Fernando Mateo Palacios, publicados también por la Editorial Abya-Yala.

Para Florencia Bagüí, una estudiante de secundaria, los textos explican cómo los africanos que llegaron, elaboraron una réplica de sus instrumentos musicales con materiales del medio, el culto a sus dioses y la lucha por la libertad.

Ese es también un tema de conversación entre los demás estudiantes de la Unidad Educativa San José Benito Cottolengo. Una institución en la que el 90% de sus estudiantes se considera afroesmeraldeños.

Ahí se fomenta la cultura del pueblo afro con talleres en los que se enseña la danza tradicional, a tocar instrumentos propios de la región (como la marimba, bombo, cununo y guazá) y también sus cantos. Además se habla con los estudiantes sobre las formas de preservación del Patrimonio Intangible, tarea en la que trabaja la Unidad de Patrimonio Cultural del Municipio.

En el libro ‘La riqueza de los instrumentos musicales tradicionales afroesmeraldeños’, del escritor español Fernando Mateo Palacios, se profundiza este conocimiento de la que significa cada uno de los instrumentos, su relación con los músicos, intérpretes y oyentes.

Según el antropólogo Adison Güisamano, del Centro de la Diversidad Cultural de Esmeraldas, sobre la cultura afro hay una nutrida literatura que se comparte en las escuelas.

El propósito es fomentar la discusión sobre aspectos como desarrollo, equidad y participación, sin dejar de lado la cultura ancestral. Esto como parte de las actividades por el decenio internacional de los afrodescendientes, que va desde el 2015 hasta el 2024.

En los libros se destaca además el aporte de la cultura afroesmeraldeña a la música y su trascendencia internacional, que ha captado el interés de escritores por conocer más sobre los instrumentos musicales y los diferentes tipos de danzas.
Ritmos como la Caderona, el Fabriciano -inspirado en la guerra de Carlos Concha de 1913 en Esmeraldas-, el Torbellino y el Bambuco son recogidos y plasmados por los escritores en estos libros.

Sobre las tradiciones e historia del pueblo afroesmeraldeño no solo se destacan los libros con este contenido como herramientas pedagógicas para la enseñanza.

Para dar a conocer su cultura, también se han destacado las iniciativas de hombres como Guillermo Ayoví (de la agrupación musical Papá Roncón), considerado el folclorista más famoso, que logró caracterizar el baile de la marimba con un estilo propio. Ayoví también ha dado charlas sobre su labor y la música propia de la zona.

A esta labor se suma la de hombres como Ecolástico Solís, quien perfeccionó los instrumentos de la marimba. Está también el aporte de Remberto Escobar, un difusor del baile de la marimba y de la poesía popular; ambos citados en la lírica del poeta afroesmeraldeño, Antonio Preciado.

En el caso de las mujeres, Patricia Trejo es otra folclorista esmeraldeña quien ha aportado con la enseñanza de la danza afro y la ha llevado a países cómo Argentina, Paraguay y
Guatemala.

En contexto

Los matices de la cultura afroesmeraldeña se han plasmado en libros como forma de difusión de las costumbres ancestrales. Textos que también se leen en instituciones educativas. Hay investigaciones sobre los instrumentos musicales, gastronomía, entre otros.

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