Jubilados de los fondos de Petroecuador y filiales vieron afectadas sus pensiones con transferencia solidaria. Foto: Julio Estrella/ Archivo/ EL COMERCIO.
Los jubilados de varios fondos privados que administra el Banco del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (Biess) piden desde el 2016 que la entidad les entregue los recursos de sus cuentas.
Estos fondos privados, llamados fondos previsionales cerrados, se crearon como una forma de ahorro adicional desde los años 70, para mejorar la jubilación o cesantía de trabajadores públicos y privados.
Pero en el 2015 la Asamblea aprobó una Ley para que el Biess asuma su administración. 65 de estos fondos privados pasaron al banco del afiliado hasta junio del 2016.
Jubilados de algunos de ellos, específicamente de Petroecuador y sus filiales Petrocomercial, Petroindustrial y Petroproducción, solicitan desde hace varios años sus recursos al Biess, sin una respuesta de la entidad.
Esto pese a que, según ellos, han cumplido los requisitos establecidos en la Resolución 122-2015-F de la Junta de Política y Regulación Monetaria y Financiera. Esa norma establece en su artículo 13 que este proceso se da cuando se cumple la edad y el número de aportes para acogerse a la jubilación.
Según estos expartícipes, no es la primera afectación que sufren. En el 2009 se sustituyó el aporte patronal que realizaba el Estado a estos fondos por una transferencia solidaria, con lo cual sus pensiones se vieron disminuidas. En algunos casos el empleador compensó la diferencia, pero solo hasta el 2013.
Luis Vásquez se jubiló en diciembre del 2009 con el fondo de Petrocomercial. Anteriormente recibía alrededor de USD 1 000 al mes por la pensión, pero con la transferencia solidaria ahora recibe USD 218, un valor correspondiente al sueldo básico del año en que se jubiló.
A un grupo de pensionistas se les devolvió el capital de sus cuentas en abril del 2016, pero sin el rendimiento generado. En otros casos no se devolvió el monto del aporte patronal.
En Petrocomercial, cerca de 234 partícipes pasivos pidieron sus ahorros; se les devolvió a cerca del 50%, pero solo el capital, que representaba el 30% de estos activos, explicaron los jubilados del fondo.
Fernando Revelo, jubilado de Petrocomercial, tiene una discapacidad física, producto de una enfermedad que le afectó hace tres años y que le obligó a dejar de trabajar.
En el 2016, el Biess le entregó a Revelo USD 6 000 que correspondían a su aporte personal al fondo, sin el valor del aporte patronal ni los rendimientos, que según calcula alcanzan USD 30 000.
Luego, administradores designados a estos fondos decidieron acatar un oficio de la Intendenta Nacional de Seguridad Social, emitido en febrero del 2016, que determinó que no procedía la devolución de aportes a los jubilados.
Sobre los reclamos de los jubilados, el Biess aseguró a este Diario que no existe “argumento legal, administrativo, financiero o actuarial para que el patrimonio de los Fondos sea distribuido entre los expartícipes jubilados”.
Quienes reclaman argumentan que la ley reformatoria señala en su disposición general segunda que “los valores constantes en las cuentas individuales (…) son de propiedad de los partícipes de conformidad con los montos que determinan las auditorías”.
Otro problema que se presenta es que las auditorías a las cuentas individuales de estos fondos aún no concluyen.
En julio del 2013, la Superintendencia de Bancos determinó que los fondos que se administraban bajo el régimen de beneficio definido debían migrar a cuentas individuales, en el plazo de un año.
Este proceso debía acompañarse de estudios actuariales, que permiten determinar la salud financiera de estos sistemas de ahorro.
Sin embargo, según aseguró el Biess, en algunos fondos de Petroecuador no se cumplió con el estudio actuarial. En Petrocomercial, el informe que valida las cuentas individuales se encuentra aún en proceso de revisión por parte de la Superintendencia de Bancos.
La entidad indicó que una vez aprobado, “el fondo contará con los valores reales con los que disponen los partícipes activos y jubilados y se procederá a la liquidación de las cuentas, verificando que se cumplan los requisitos de ley, realizando las deducciones de las obligaciones pendientes con el fondo”.
El traspaso de los fondos al Biess también generó molestia entre afiliados activos, ocasionando la desafiliación de algunos partícipes, que solicitan la devolución de sus ahorros.
Víctor Albán, extrabajador de la Escuela Politécnica del Ejército y exgerente del fondo de jubilación y cesantía de la institución, solicitó la devolución de sus ahorros al Biess en el 2015, pero hasta la fecha la entidad no le ha dado una respuesta concreta.
Albán aportó por más de 10 años alrededor de USD 100 mensuales. Indicó que cerca de 3 000 trabajadores hicieron la solicitud de devolución.
Pero el Biess aseguró que no registra valores por pagar y que durante los últimos tres años canceló más de USD 350 millones por la liquidación del 100% de cuentas individuales de los partícipes que cumplieron la condición legal de prestación de cesantía o jubilación.
Según la entidad, se han registrado 39 000 nuevos partícipes y apenas 5 000 desafiliaciones. A diciembre del año pasado había 188 795 afiliados en estos fondos.