Grietas y pequeños drenajes de agua en los glaciares que podrían alimentar los flujos de lodo secundarios. Foto: Cortesía/ Silvia Vallejo, técnica del Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional.
El proceso eruptivo del volcán Cotopaxi ha provocado el aparecimiento de fisuras en los glaciares y también se han presentado desprendimientos de bloques de nieve.
Ese fenómeno se pudo observar durante el sobrevuelo que hicieron los técnicos del Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional, junto con el ministro Coordinador de Seguridad, César Navas. El viaje aéreo se efectuó el 27 de septiembre del 2015, a bordo de un avión Twin Otter de la FAE (452).
Las grietas y derrumbes se han producido por las altas temperaturas internas que experimenta el volcán, desde de que se produjeron las primeras explosiones freáticas (sin presencia de magma) del 14 de agosto del 2015. Desde entonces, las paredes de la estructura o edificio volcánico son más cálidas, las cuales inciden sobre los glaciares.
La expulsión de ceniza, la salida del vapor de agua y de gases también pueden haber incidido en el agrietamiento de los glaciares.
En el informe de este trabajo se detalla que por esa causa se nota la generación de pequeños drenajes de agua (especie de hilos delgados) que se deslizan entre la roca y los glaciares.
El agua del derretimiento de la nieve puede generar pequeños flujos de lodos y escombros, conocidos como lahares. Su magnitud aún es pequeña, por lo que se quedan en las partes altas del coloso y dentro del Parque Nacional Cotopaxi.
Por ejemplo, el 20 de septiembre se produjo el deslizamiento de un flujo de lodo y escombros volcánicos (un pequeño lahar) en la quebrada Agualongo, en el flanco occidental del volcán. El lahar se detuvo al nivel de la carretera del Parque y se llenaron los tubos de desagüe. En ese entonces se explicó, que ese evento –que duró 40 minutos- estuvo posiblemente asociado a un deshielo del glaciar, ya que no se registraron lluvias en la zona durante ese día.
En el sobrevuelo se detectó que existen pequeños bloques de glaciar en la parte alta del sector de Yanasacha, que se podrían desprender y rodar por los flancos del volcán.
Imagen de los bloques de glaciar que se encuentran sobre el sector de Yanasacha del volcán Cotopaxi, que podrían derrumbarse (círculo anaranjado), como ya se ha observado en semanas anteriores. Foto: Cortesía/ Silvia Vallejo, técnica del Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional.
El 27 de septiembre se quiso hacer un monitoreo térmico con la cámara infrarroja, pero las nubes y la emisión de vapor lo impidieron. Ese día, no se pudo observar en qué condiciones se encontraba el cráter.
Sin embargo, el Geofísico señala en el informe del sobrevuelo, publicado este 1 de octubre, que los valores de las temperaturas del volcán están dentro del rango de las mediciones hechas entre el 2002 y principios del 2015. Aunque el Instituto aclara que: “estos valores pueden verse opacados por la continua presencia de la emisión de gases así como de la nubosidad durante el sobrevuelo”.
El proceso eruptivo del Cotopaxi comenzó el 14 de agosto y desde entonces, las zonas de influencia se encuentran en alerta amarilla. La medida rige para las poblaciones cercanas y amenazas por los lahares en las provincias de Cotopaxi, Pichincha y Napo.
El volcán se reactivó en mayo del 2015, luego de 138 años de silencio. Su última erupción fue registrada el 26 de junio de 1877.