Familias del sector Nuevos Horizontes de Miraflores, al norte de Cuenca, abandonaron sus viviendas el sabado 18 de marzo del 2017, tras una evaluación hecha por miembros de la Cruz Roja del Azuay y otras entidades. Foto: Manuel Quizhpe / EL COMERCIO
Siete familias del sector Nuevos Horizontes de Miraflores, al norte de Cuenca, tuvieron que abandonar sus viviendas el sábado 18 de marzo del 2017, tras una evaluación hecha por miembros de la Cruz Roja del Azuay y otras entidades. En la zona de riego hay ocho casas afectadas y una colapsada.
Hasta el viernes por la noche, los habitantes del lugar ocuparon sus hogares, pese a las grietas de las paredes y pisos, debido a la humedad existente por las lluvias. Se vieron obligados a desocupar y buscaron albergues en viviendas de familiares y conocidos.
Según Rosa Benenaula, una de las afectadas, los cuarteamientos de las casas son consecuencia de la existencia dos pozos sépticos y una canal de agua en la parte alta de la zona. Se suma el agua que lavan la ropa que bajan por los terrenos. Por este mismo motivo, las vías de acceso también están destruidas y se vuelve casi intransitable.
Benenaula contó que, el viernes pasado, se esperó la presencia de maquinaria ofrecida por la Junta Parroquial de Sinincay para abrir zanjas y desviar el agua a otro lugar. Sin embargo, aquello no se concretó por temor a la reacción de los otros vecinos. El presidente de la Junta, Luis Atancuri, sugirió que acudieran a la Secretaría Gestión de Riesgos del Azuay.
Luego, los afectados llamaron al 911. Horas después llegaron miembros del Cuerpo de Bomberos y personal del Municipio de Cuenca. Tras la evaluación les dieron la noticia de que deben desalojar sus viviendas.
Ahora, los evacuados piden ayuda. Son 26 adultos y 11 niños quienes se quedaron sin hogar. El viernes pasado hubo llovizna y ayer por la tarde empezó a llover nuevamente.