Enmiendas, ley de herencia, petróleo y obra pública, los temas del discurso de Rafael Correa en el Parque Samanes

Rafael Correa durante su discurso en el Parque Samanes de Guayaquil, en la celebración de sus 9 años de Gobierno. Foto: Enrique Pesantes/ EL COMERCIO

Rafael Correa durante su discurso en el Parque Samanes de Guayaquil, en la celebración de sus 9 años de Gobierno. Foto: Enrique Pesantes/ EL COMERCIO

Rafael Correa durante su discurso en el Parque Samanes de Guayaquil, en la celebración de sus 9 años de Gobierno. Foto: Enrique Pesantes/ EL COMERCIO

El jefe de Estado Rafael Correa dio un discurso en la Concha Acústica del Parque Samanes, en Guayaquil, durante la celebración de los nueve años de su mandato este 16 de enero del 2016.

Rafael Correa, presidente de la República: “No se imaginan lo emocionado que me siento. Estamos celebrando nueve años de una revolución que es obra de un solo pueblo y no de una sola persona. Yo soy tan solo un compañero más. Venía muy cansado. Ya me llena de energía ver esta obra maravillosa.

Me senté entre jóvenes extraordinarios. Hay estudiantes becados cuyas madres han recibido el Bono de Desarrollo Humano.
Luego, escuché las canciones como la del hombre más rico que nos quería convertir en una hacienda bananera. Cuando me estaba recuperando de los ‘shocks’ emocionales vino Selena y dio su testimonio, que dijo que pese a la fatiga todo ha valido la pena. Cumplimos, queridos jóvenes, y si volviéramos al inicio, haríamos exactamente lo que hemos hecho, porque lo hicimos por la equidad de todas y todos.

Ayer llegamos a las 02:40 de la mañana desde Guatemala, y a las 04:00 estuve ya despierto y revisando mi discurso. Dios les pague por estar aquí. Dios les pague por su cariño y gratitud. Reciban un inmenso abrazo de patria nueva, de esperanza, de unidad, de revolución. Hemos vuelto a tener Patria y tendremos Patria para siempre.

Pasamos de ser del país de los imposibles a ser el país con grandes logros en todos los sectores. Un abrazo a nuestros indígenas, al pueblo afro, a nuestros hermanos migrantes, que hacen patria en cada rincón del mundo. La patria agradece y no olvidará que fueron ustedes quienes la mantuvieron a flote con su esfuerzo, después del desastre neoliberal.

Los jóvenes cosecharán los frutos de la siembra de esperanza. Vencerán la ignorancia y la irresponsabilidad que aún abundan. Un homenaje a las víctimas de la violencia insensata del 30 de septiembre del 2010.

Un saludo a las organizaciones sociales que luchan codo a codo con nuestro pueblo. Un abrazo a la militancia de Alianza País y a su dirigencia, mis hermanos de lucha en el proceso. Gracias a nuestros compañeros de Unidos. Un abrazo a nuestros asambleístas, a nuestros prefectos, alcaldes y miembros de juntas parroquiales. A miembros del Gabinete del Gobierno.

Hoy celebramos nueve años de patria para todas y todos. El mundo reconoce la transformación del Ecuador. Admira los avances como los proyectos multipropósitos, centros de salud, UPC, escuelas del milenio, hospitales, carreteras. Pero la obra fundamental es haber recuperado la esperanza, el orgullo y la autoestima de todo un pueblo. Cada conquista de la revolución debe recordarnos aquello que nos falta por hacer. Cada familia que sale de la pobreza nos debe comprometer cada día más a que salgan muchas más de la pobreza.

Hace pocos días se cumplieron 109 años de la carta liberal de Eloy Alfaro, en la que amplió garantías ciudadanas y por ello fue acusada de atea. Al igual que la Constitución de 1906, el año pasado, frente al proyecto de ley de herencia y plusvalía, lograron asustar a los ecuatorianos. Es claro que lo que defienden son sus intereses.

La principal mentira que dijeron es que las leyes afectaban a los pobres y a la clase media. Les dije si me demuestran eso retiraba las leyes. No lo han hecho, porque esas leyes afectan a menos del 2% de la población.

Después de un amplio diálogo nacional, recogiendo muchas sugerencias, las volveremos a enviar compañeros. Han tenido que mentir para desacreditarnos. Lo que cuestionan los adversarios es el modelo de sociedad que escogimos. La supremacía del trabajo sobre el capital. Un Estado al servicio del bien común. El poder en manos de las grandes mayorías y no en manos de unas cuantas élites.

Una sociedad participativa, una democracia participativa. Lo que está en disputa es una sociedad informada, donde se limite el poder mediático y sus abusos. Un modelo donde la justicia no esté secuestrada por las mafias del pasado.

La revolución es cambio permanente, si no deja de ser revolución. Solo la vanidad niega la imperfección. En la misma Constitución se facultaba a la Asamblea para realizar enmiendas a la Carta Magna. El pueblo nos dio más del 70% de los asambleístas. Estas fueron socializadas en cada rincón de la patria.

Sin embargo, aquellos que dijeron en años anteriores que la consulta popular era fascista, esos mismos tomaron como bandera de lucha lo que antes cuestionaban. Sufrieron una contundente derrota. Si a alguien le queda alguna duda respecto de que las enmiendas han vulnerado sus derechos, no voten por nosotros. Y si no es así, no voten nunca más por los mentirosos de siempre.

Vamos a preparar junto con la ciudadanía un segundo paquete de reformas. La lucha no era solo por las enmiendas. Fue ridícula la oposición por enmiendas que nos dan más derechos.

La lucha era para evitar que volviera el viejo país. Ellos dijeron ser el pueblo, pese a que han sido derrotados, estruendosamente derrotados, en las urnas. Los medios buscan recuperar su ilegítimo poder. Esa es la lucha. Un país inmovilizado por los de siempre o continuar gobernando para todos.

Sabemos que sus marchas no han sido contra las enmiendas. Su objetivo ha sido volver al viejo país. Se ha comportado con tanto profesionalismo nuestra Policía, que pese a tanta violencia no han logrado su objetivo. No hemos tenido oposición sino contrarrevolución. No permitiremos que vuelva el país del pasado. Son incapaces de entender que política es buscar el bien común.

Hoy, más unidos que nunca, no podrán detener los logros de una revolución que es leyenda. Seguiremos gobernando con firmeza hasta el último día de nuestro mandato.

Ahora dicen que hemos tenido suerte por los altos precios del petróleo. No es así. Hemos hecho bien las cosas. La realidad es que la renta petrolera por habitante es menor que el promedio histórico. Somos el Gobierno, a escala mundial, que mejor aprovechó la riqueza petrolera.

Pretenden vender la idea de que tenemos los más altos impuestos, cuando estamos por debajo de los países desarrollados. Se han eliminado muchos tributos y eso no dicen.

Antes no existían deducciones personales para pagar el Impuesto a la Renta. La realidad es que si tuviéramos los impuestos del 2007, se incrementarían con creces los ingresos tributarios. Lo que les duele es que se les terminó la fiesta y con la Revolución Ciudadana se terminó la evasión.

La oligarquía tiene más conciencia de clase que los pobres y las clases medias. Todos los GAD se benefician por nuestros ingresos. En Guayaquil, sus ingresos casi se han cuadriplicado. ¿Qué gobierno local ha hecho algo remotamente parecido por el Gobierno Nacional? Ninguno, menos el modelo exitoso. Si antes, frente a la nada lo poco parecía mucho, hoy ya tenemos cómo comparar.

Dicen que los problemas que enfrentamos son por falta de ahorro. No hay Gobieno que haya fomentado más el ahorro público que el nuestro. Según las cuentas nacionales de Ecuador, el ahorro ha sido en años anteriores el 5% del PIB, antes. Ahora es 10,2%.

En vialidad somos los primeros en toda América Latina. El país está mucho mejor preparado para enfrentar los desafíos. Hemos trabajado el 2015 con 0 de ingreso petrolero para el Gobierno Central.

Los economistas ortodoxos creen que no hay ahorro. Pero habrá ahorro que quede en las manos de nuestros agricultores y la sociedad. Es un Gobierno de obreros, campesinos, jóvenes, empresarios honestos. No hay mejor prudencia que saber invertir.

En todas las provincias la gente reconoce la transformación del país con el Gobierno. Nuestra regla fiscal nos impide destinar el ingreso petrolero a gasto corriente. Eso sí condenaba a las futuras generaciones. Ahora, este ingreso petrolero se destina a la inversión. El gasto público eres tú, compañero. Necesitamos un pueblo movilizado, que defienda lo logrado en estos nueve años de la Revolución Ciudadana.

Completaremos todas las obras iniciadas e iniciaremos nuevas con financiamiento internacional. Algunos se alegran de la situación.

A la final, la revolución sacará unos pocos votos menos que en el 2017 y ellos unos pocos más. Es hora que los convertimos la patria en un referente mundial digamos que estamos siempre. Nosotros, en cada calle, les diremos: ’Fuera, antipatria, fuera’. Llevarán luto eterno, porque el pasado no volverá.

Ojalá que entendamos lo que está en juego y sus falacias. Antes, miles de ciudadanos que necesitaban hemodiálisis morían en el anonimato, no eran noticias en titulares de periódicos.

Ahora, invertir en esto lo llaman gasto público y derroche. A indignarse, a no tener miedo, a defender la inversión, que es el bienestar. El enfermo que necesita hemodiálisis puede ser un amigo, un padre. El gasto público eres tú, compañero. No hay que olvidar el país que recibimos.

Se nos viene otro año difícil, compañeros, pero no vamos a fracasar. Frente a los problemas económicos nos creen un país de cobardes. No entienden que Ecuador cambió, saldremos fortalecidos como país, nación, sociedad.

El más importante recurso con el que contamos somos nosotros. Son sus recetas las que siempre han fracasado, no las nuestras. Aquí hay un pueblo que ha puesto su mirada en el mañana. Compañero es quien acompaña, trabaja junto y comparte el camino en momentos duros y alegres. Ecuador es un país de compañeros.

Todo el valor de todas las hidroeléctricas juntas es menos al valor que ellos gastaron con el feriado bancario. Cada uno de nosotros siquiera teníamos un familiar emigrante. Ecuador cambió y defenderemos lo que ganamos. Podrán mentir, calumniarnos, pero no nos robarán la esperanza y la firme decisión de tener patria para siempre. Se nos viene un nuevo proceso electoral.

Están en juego dos visiones de desarrollo, de Estado, de paz, de libertad. Para ellos paz es ausencia de guerra con torturas y desapariciones. Para nosotros paz es Presidencia de justicia, dignidad, pan y derechos para todos. Para ellos la libertad es la no intervención, la tercerización, la especulación de capitales. Para nosotros la libertad es el trabajador al que se le respetan los derechos. El ciudadano al que cualquier pasquín ya no le puede mancillar su honor, la educación como derecho y no como mercancía.

El debate es inevitable. El que venga con consensos… es simple búsqueda de regresar al pasado. Nosotros, como Alianza País, como Revolución Ciudadana, construiremos juntos la propuesta que presentaremos en febrero del 2017. Estamos en un programa realista, el socialismo del siglo XXI.

La campaña electoral será muy sucia. Tratarán de robarnos nuestra integridad. Hablan de supuestos nuevos ricos y no prueban nada. No dejaremos infamia sin denunciar. Cero tolerancias a las mentiras, compatriotas.

La prensa mercantilista seguirá siendo nuestro principal adversario. Vendrán más oportunistas y traidores. Siempre habrá un Judas con el aplauso de los sumos sacerdotes.

Comenzarán a publicar encuestas falsarias. Saldrán títeres con máscaras de analistas. La única respuesta posible ante las mentiras será una nueva victoria. Queridos ecuatorianos y ecuatorianas, muchos compatriotas han lamentado la decisión de no presentarme a elecciones el 2017, pero todos somos necesarios y nadie puede ser imprescindible. Son los pueblos los que cambian su realidad. Todos somos necesarios, pero nadie es imprescindible.

Los revolucionarios no empiezan ni terminan con un cargo público. El ejercicio del poder nos da herramientas para lograr cambios. Esa es la diferencia. Los que viven de la política y los que hacemos de ella un momento para servir. Un revolucionario no está en su función por vanidades sino por la patria y el servicio. Está para agitar los mares.

Seguiremos gobernando hasta el último día de nuestro período para cumplir con el mandato que el pueblo nos diera reiteradamente en las urnas. El Papa nos dijo que el mejor vino está por venir. Que nos roben todo, menos la esperanza.

Aquí estamos todas y todos sosteniendo desde abajo, desde las bases, esta revolución. Hemos reemplazado el desaliento por la esperanza, la mediocridad por la excelencia.

Cumplimos nueve años en la lucha que no es de un movimiento político sino de todo un pueblo. Con la confianza y pasión de los ecuatorianos triunfaremos en febrero 2017. ¡La revolución eres tú, y por ti vamos a vencer. ¡Que viva la patria grande y hasta la victoria siempre compañeros!

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