En el 2016, las empresas públicas no financieras registraron pérdidas por USD 1 575 millones. Este es el peor desempeño que ha tenido este grupo de entidades estatales en nueve años. En ese período, según datos del Banco Central, solo en tres ocasiones estas entidades públicas lograron generar ingresos más altos que sus egresos y, por lo tanto, registraron un superávit: en el 2008, 2012 y 2014.
Sin embargo, en los dos primeros trimestres del 2017, las cifras muestran una recuperación que, de seguir en la misma ruta, podría representar que al final del año estas empresas obtengan un superávit.
En el primer semestre del 2017, las entidades públicas alcanzaron ganancias por USD 424, 5 millones.
Las entidades estatales consideradas no financieras son EP Petroecuador, EP Petroamazonas, Ferrocarriles del Ecuador, Flota Petrolera Ecuatoriana, Tame y otras empresas menores que desde diciembre del 2015 están bajo la administración de la Empresa Coordinadora de Empresas Públicas (Emco). Esta se creó para optimizar el desempeño financiero de cada una.
Jorge Wated, gerente de Emco, destaca que en el primer año de actividades la Empresa Coordinadora logró reducir USD 60 millones en gastos, sobre todo por conceptos de optimización de personal.
Este año, dice Wated, se proyecta reducir en USD 180 millones los gastos de las empresas que administra Emco. Además, está previsto que antes de que termine 2017 se liquiden dos empresas: Nacional Minera del Ecuador (Enami) y Cementera del Ecuador, “porque cumplieron su período”.
Wated señala que, sin tomar en cuenta a las empresas petroleras, hasta junio del 2017 se registra “un resultado de USD 558 millones a favor”.
El funcionario reconoce que Emco todavía tiene trabajo con las 21 empresas que administra y aunque no quiso precisar cuáles son los montos de pérdidas que registran las entidades con más problemas, mencionó que están emprendiendo planes. “Algunas pierden, otras no. Hay que entender lo que es pérdida. En el caso de Ferrocarriles del Ecuador, factura USD 12 millones al año, pero tiene activos por más de USD 450 millones”, dijo.
El servicio de trenes está en funcionamiento nueve años. Foto: Archivo / EL COMERCIO
Jorge Carrera, exgerente de Ferrocarriles, explica que la operación de los trenes logró rentabilidad, sin embargo, el mantenimiento de las vías no logró ser rentable. “Porque así es el modelo de trenes en la mayor parte del mundo. Esta es una empresa pública, lo más importante es la rentabilidad social”.
Otras dos empresas en las que se trabaja para mejorar las cifras son la aerolínea Tame y Correos del Ecuador. “Por el arrastre de sus condiciones y al ser negocios complicados, darles la vuelta toma tiempo y han venido generando quejas de usuarios”, indicó Wated.
La aerolínea estatal registró USD 28 millones en pérdidas en el 2016. Mientras que Correos del Ecuador, en el 2015 tuvo USD 3,2 millones en pérdidas y en el 2016 alcanzó ganancias por casi USD 340 000, según Emco.
Marcos López, analista y exmiembro del Directorio del Banco Central, dice que para comprender el desempeño real de estas empresas en los últimos diez años se deben analizar los ingresos y egresos operacionales, que corresponden al dinero que entra y sale de la empresa, como parte de su actividad.
El peso mayor de ingresos operacionales de este grupo de empresas está representado por las ventas de las petroleras; por eso, aunque se trabaje en la optimización de las otras, las ventas de las petroleras seguirán pesando más en la balanza, dice López.
El analista explica que, en lo que respecta a ingresos y egresos por las operaciones relacionadas al giro de negocios de cada entidad, hay superávit. Es decir, que los ingresos son mayores que los egresos.
El problema, destaca López, es el nivel de crecimiento de los egresos de capital (inversiones en maquinaria y edificaciones).
López indica que los gastos de capital han ido creciendo a niveles muy altos en la última década, mientras que los ingresos -producto de las operaciones de cada negocio- por el contrario “han ido en picada”.
En el 2012, las empresas públicas no financieras reportaban un total de USD 5 499 millones en ingresos operacionales y USD 2 497 millones en egresos de capital. En tanto, para el 2016 los ingresos se redujeron a USD 3 724 millones y los egresos de capital crecieron a USD 2 533 millones.
La contracción de la inversión pública, producto de la desaceleración económica que vive el país desde el 2015, provocó que los gastos de capital de estas empresas también se redujeran, explica Guillermo Granja, docente de la Facultad de Economía de la Universidad Ecotec.
De ahí que en este 2017, los resultados de las operaciones de estas empresas reflejen un superávit hasta junio.
Granja señala que el modelo de alta inversión pública desde el 2008 puso en aprietos a las empresas, que compiten en áreas en donde el sector privado tiene más experiencia y mercado, por lo que sugiere un cambio del modelo en varios negocios que ahora maneja el Estado.