El argentino Brian Dabul clasificó hoy, viernes, a la final del XV Abierto Internacional de Salinas, tras vencer con un doble 6-2, a la esperanza del tenis lituano, Ricardas Berankis, en un rápido encuentro de una hora con cinco minutos que se desarrolló en la cancha central.
No fue una buena tarde para Berankis, de tan solo 19 años, y que es uno de los nombres que se abre camino en el tenis profesional, Dabul también apeló a su experiencia para llegar al último partido de Salinas.
Además, el joven lituano mostró molestias en su brazo derecho, por esos motivos tuvo que ser atendido por el fisioterapista del torneo, el ecuatoriano Fernando Boada, luego de terminar el primer set.
Berankis mostró una moderada contractura en el musculo del antebrazo derecho; Boada contó que durante la semana el europeo había presentado algunas molestias físicas que mermaron su actuación este viernes.
El partido arrancó con Dabul quebrando el saque de su rival en el primer juego, luego volvió a repetir la dosis en el séptimo, para llevarse la manga con un 6-2 donde comenzaron a evidenciarse sus problemas físicos.
El europeo pidió atención médica y el panorama no cambiaría en el segundo set; Dabul lo quebraría en el game inicial, luego en el tercero, pero Berankis lograría rescatar uno de ellos en el juego número cuatro.
Parecía que el lituano despertaba, utilizaba mucho y a buena manera sus “drop shot” complicando a Dabul, pero fue solo un espejismo, el argentino quebraría en el séptimo game y chao, con eso le bastó para llegar a la final.
“La verdad que muy contento de estar en la final, la verdad que hoy hice un gran partido, estuve muy sobre mi nivel, espero seguir mañana igual”, declaró el argentino luego del partido ante el lituano.
Dabul dice sentirse cómodo jugando en el país, su novia es incluso guayaquileña, por esos motivos no duda de apuntarse en los torneos que se realiza en Ecuador, los cuales considera de gran nivel para los jugadores.
“Muy cómodo, siempre vengo, mi novia es de aquí de Guayaquil, me siento como en casa, hace varios años que vengo y siempre me tratan bien, la organización es muy buena y nos hacen sentir muy cómodos”, continuó.
De la gran final, dice no importarle el rival, que sea este Caio Zampieri de Brasil o Nicolás Massú de Chile, es igual de duro, por lo que no tiene preferencias pensando en lo que se viene el sábado en la noche.
“Son dos jugadores que vienen haciendo muy bien las cosas, no tengo preferencia, con cualquiera de los dos será difícil”, finalizó el jugador que luego de Salinas tendrá dos semanas de entrenamiento.