Redacción Deportes
Oswaldo Minda y Pedro Esterilla fungieron ayer de buscadores de monedas. Los dos futbolistas del Deportivo Quito hicieron esa tarea por unos cinco minutos en los adoquines del Complejo de Carcelén.
En esa búsqueda, solo el defensa Esterilla tuvo suerte. El esmeraldeño halló un centavo, después del entrenamiento.
Con esa acción ambos baluartes hicieron parodia de la crisis económica que afecta al club chulla, dirigido por Santiago Ribadeneira, presidente chulla elegido el pasado 22 de junio.
La dirigencia adeuda dos meses de salarios a los futbolistas, pese a ello, Minda y Luis Checa admiten estar conformes con la actual administración.
Pero uno de los que ayer mostró desacuerdos fue el defensa Franklin Corozo, quien arremetió contra Wladimir Ortiz, gerente deportivo del club, por el supuesto incumplimiento en el pago de una parte de su prima.
“Me han dado demasiadas largas. Y ahora que vengo a cobrar me dicen que Wladimir está en Argentina”, confesó Corozo, en el interior de su camioneta.
El jugador acudió ayer a la práctica, pero no se entrenó. Él prefirió observar a sus compañeros desde el graderío del Complejo, unos 30 minutos, aduciendo una molestia en la rodilla derecha.
Por su lado, el DT Rubén Insúa definió a la posible oncena que recibirá a Barcelona, a las 12:00 de este domingo, en el estadio Atahualpa. Ese partido pudiera ser el último para Luis Fernando Saritama, pues este tiene previsto viajar a México, el próximo viernes, para pretender adquirir sus derechos deportivos al América de ese país o ser transferido a otro club.