Con la crónica ‘En Llangahua se patea con botas’, Marcos Vaca M. cuenta al mundo que existen muchas caras alegres en el Ecuador, no importa si están en las grandes ciudades o en pueblos indígenas.
Vaca se sorprendió con esos mundos que parecieran desconocidos, pero que están a unos minutos del ‘mundo moderno’.
Llangahua está en el suroccidente de Tungurahua y cuando uno sube a esa comunidad del páramo siente como si estuviera adentrándose en un túnel del tiempo. Los puentes son muy viejos, el páramo es casi virgen y ahí viven niños y adolescentes que sueñan con ser estrellas del fútbol. Para ello se preparan con alegría, aunque tengan que enlodar sus botas o correr envueltos en ponchos para evitar el frío.