En la unidad de flagrancias de Quito, varias personas llegaron a pedir que liberen a los detenidos, entre ello Cesar Montufar que fue liberado. Foto: Galo Paguay/El Comercio
Estaba ofuscado, con la camisa por encima del pantalón y despeinado. El exasambleísta César Montúfar comenzó a gritar, luego de que el vehículo que llevaba a los detenidos durante las manifestaciones de este 3 de diciembre del 2015, ingresara al edificio de la Unidad de Flagrancias, en la avenida Patria y 9 de Octubre (norte de Quito).
Se metió entre las motocicletas policiales que escoltaban al carro y trataba de impedirles el paso. “¿Por qué me liberaron a mí? ¡Por qué me soltaron!”, les decía y otro grupo de personas comenzó a apoyarle.
¿Qué ocurrió? Las protestas se tornaron violentas cuando, alrededor de las 17:45 de hoy, 3 de diciembre del 2015, los manifestantes intentaron cruzar el cerco policial que resguardó el ingreso a la Asamblea. Lanzaron piedras, rejas metálicas y golpearon a los policías con palos. Los uniformados, de su lado, arrojaron bombas lacrimógenas, gas pimienta y, finalmente, repelieron a los protestantes. En los enfrentamientos fue apresado César Montúfar.
“De la manera más arbitraria y violenta nos tomaron presos a 11 personas en una salvaje persecución que hizo la Policía. Nos llevaron a pasear por diferentes partes de Quito, no nos trajeron a la Unidad de Flagrancias, nos llevaron nuevamente al mismo lugar y de ahí me sacaron a mí del bus y me dijeron que me vaya cuando a los demás compañeros… Cerraron la puerta y ese rato el bus se marchó, este bus que está acá”, dijo Montúfar. Y añadió: “No sé por qué tienen miedo a que yo esté preso. Así como me arrestaron de forma agresiva, así mismo me sacaron del bus, eso es inadmisible”.
Él estaba en la puerta de ingreso a la Unidad de Flagrancias con otros manifestantes. En esos momentos, ellos comenzaron a empujarse con los policías.
Montúfar detalló que entre los detenidos hay un dirigente campesino, una chica de 18 años, un periodista… “Éramos 11 personas con la chica. Así como como me detuvieron con esa violencia, impidieron que entre. Es la cobardía del Gobierno”.