Cecilia Carrillo, madre del bombero Josué Ayzaga. Foto: Betty Beltrán/ EL COMERCIO.
Con la voz quebrada y lágrimas, Cecilia Carrillo, madre de Josué Aizaga (de 20 años), ruega a las autoridades que trasladen a su hijo fuera del país para curar las graves quemaduras ocasionadas cuando combatía el incendio forestal en Puembo, al oriente de Quito, el pasado lunes 7 de septiembre del 2015.
La mujer, junto a otros familiares, hacía guardia este jueves 10 de septiembre en una sala de espera del Hospital de los Valles, en Cumbayá. A esta casa de salud fueron trasladados dos de las seis bomberos víctimas del voraz incendio que se originó al mediodía del domingo 6 de septiembre y que hasta hoy no se extingue, aunque se encuentra controlado por los casacas rojas.
En el Hospital de los Valles también está internado otr bombero, de apellido Bastidas. El estado de salud de este uniformado y el de Aysaga es crítico, según Fernando Checa, director médico del Hospital.
El especialista contó a EL COMERCIO que, pese a esa extrema gravedad, han mejorado ligeramente; ha sido posible disminuir la dosis de los medicamentos que se utilizan cuando el volumen de sangre y líquido que hay dentro del cuerpo permiten una disminución de la presión arterial.
El médico comentó que la vigilancia a los pacientes es permanente, más cuando ayer (9 de septiembre) uno de ellos, Bastidas, fue operado porque tenía quemadas en la zona de las vías respiratorias superiores (boca y fosas nasales). Por eso se le hizo una traqueotomía, para que pueda respirar, y una gastrotomía, para que se pueda alimentar.
Checa confirmó que Aizaga no será operado porque no tiene quemaduras serias a nivel de la boca o el sistema respiratorio. Se espera que el tratamiento de sostén, que se les brinda en terapia intensiva, permita estabilizar a los pacientes y que puedan recuperar sus funciones cardio respiratorias para luego trasladarlos a un hospital que tenga una unidad de quemados bien establecida.
La madre de Aizaga insistió con su pedido: “Quiero que mi hijo y el otro chico sean trasladados al exterior para que se recuperen de las quemaduras”.
La mujer contó que su hijo tiene el 70 % del cuerpo quemado y que requiere una atención especializada. Con eso, puntualizó, no quiere decir que no está bien atendido, por el contrario “mi hijo y el otro chico están en muy buenas manos, pero sí quisiera que si el Alcalde (de Quito Mauricio) Rodas hizo ese ofrecimiento (llevarles fuera del país) que, por favor, se actúe lo mas pronto porque la salud de los chicos está muy delicada”.
Tras esas palabras, Cecilia Carrillo rompió a llorar: “Le pido a mi Dios que ayude a mi hijo a salir de esto; es desesperante verlo; no puedo soportar. Por favor, llévenle a otro país lo más pronto, no solo a mi hijo, sino también al otro muchacho. Están (los dos pacientes) comenzando a vivir; hay que darles una oportunidad”.