Entrevista a Alberto Dahik , exvicepresidente de la República.
Usted plantea un plan para recuperar la economía ante la actual situación. ¿ A quién se dirige?
Está dirigido al país. Ecuador está en una gravísima situación económica, que la anticipé en muchas intervenciones. Esas predicciones se han cumplido y no se ve una reacción para sacar al país adelante. Además, Gobierno y oposición no están discutiendo un plan para salir de la crisis y es grave. Se discute de un proceso electoral y lo relevante es que el Ecuador atraviesa por una situación tan seria que de no corregirse va a llevar a un escenario, con un gravísimo costo social.
¿El plan -dada su tendencia- calza en cualquier partido que esté pensando en la Presidencia?
Puede haber enfoques, pero lo que propongo es para el Ecuador, independientemente de la tendencia política.
¿En qué hechos se evidencia esa crisis “gravísima”?
El Gobierno ha demostrado tener el elemento político como la esencia de su gestión. ¿Puede haber algo más desgastante políticamente que tomarse los recursos del terremoto y desviarlos? Si a eso se ha llegado, es un síntoma inequívoco de la gravísima situación del país. Municipios y prefecturas tienen atrasos, hospitales, universidades no reciben sus transferencias…
La explicación del Gobierno es la caída del precio del petróleo y la apreciación del dólar.
México y Colombia han pasado por una caída del petróleo y no están en recesión. Son los países que siguen el socialismo del siglo XXI los que están en recesión. La primera parte del plan es reconocer este fracaso, decir tenemos que cambiar y que el Ecuador exija ese cambio. Lo segundo es sincerar las cifras.
¿Qué busca el plan?
Tiene cuatro conceptos: preservar la dolarización, privilegiar el empleo, preservar la liquidez de la banca y que el ajuste sea lo menos grave sobre los que menos tienen.
¿Qué acciones propone?
El primer paso es lograr un acuerdo multianual con los organismos multilaterales para obtener gran cantidad de recursos a tasas blandas, que no se puede obtener en otro sitio. Eso va a producir dos efectos: dotar de una liquidez básica al país y generar un ambiente de confianza que nos permita acceder al mercado de capitales. Luego hay que eliminar el 5% de impuesto a la salida de divisas. Con las cifras sinceradas y luego de sincerar el límite absurdo y antitécnico del 40% respecto del PIB de deuda, se puede emitir unos “bonos de saneamiento fiscal” cuyos plazos y condiciones variarán de acuerdo a cada sector.
¿Cómo funcionan?
Los organismos seccionales, los hospitales y proveedores del Estado pueden vender esos bonos en el mercado. Habrá una pérdida en el bono y será una especie de impuesto implícito que los sectores que reciben los bonos pagarán. Es un costo que no va directo sobre la gente, sino una parte del peso del ajuste precisamente en los receptores de los bonos; sin embargo, el momento en que esos bonos ya son colocados en el mercado se regulariza la caja fiscal.
¿De cuánto sería la emisión de estos bonos?
Se debe a universidades, a la seguridad social, a empresas de servicios… pueden ser USD 5 000 millones o 6 000 millones. Tenemos que sincerar las cifras, pero son miles de millones. Luego de colocar esos bonos volvemos al mercado internacional para hacer una nueva emisión y reestructurar una deuda mala con China, por la tasa y porque tiene nuestro petróleo prendado. El país se está ordenando y pasaríamos a la cuarta parte del plan que es usar los recursos del mercado mundial para traer -a través de titularizaciones- recursos para que la economía se recupere. Eso puede ser sobre hipotecas, flujos de organismos seccionales, etc.
De hecho el Gobierno planteó un plan de titularización internacional, pero hasta ahora no se ha dado.
Es que no se puede hacer cuando existe un desequilibrio fiscal como el actual. No puede hacerse cuando se le debe a todo el mundo. No puede hacerse sin tener previamente un acuerdo con los organismos internacionales y un saneamiento de la parte fiscal.
¿Cuánto tiempo tomarían estas medidas?
Yo estimo que eso en 18 meses está totalmente aplicado.
¿Y los resultados?
Se verían pronto. En 18 meses la economía habría cambiado totalmente de rumbo.
¿Esto evitará que el 2016 sea de recesión?
La recesión en el 2016 es inevitable y en el 2017 si no se actúa será inevitable.
Con este plan, ¿cómo visualiza el 2017?
El 2017 puede ser el año del cambio, de la inercia, y el 2018 mostrar crecimiento. Caso contrario, tengo que advertir que el 2017 puede ser más duro que el 2016.
Además, plantea reformas, ¿cuáles?
Además de la eliminación del 5% del impuesto a la salida de divisas, es necesario –para blindar la dolarización- la libertad de que cada banco deposite los recursos donde desee y no deba entregarlos al BCE que los ha consumido o ha permitido que los consuma el Gobierno. Una ley de quiebras por la crisis va a producir que empresas tengan que cerrar y si una empresa tiene que cerrar hay que hacerla cerrar rápido para que no congele recursos financieros y humanos que podrían estar en otro sector produciendo. Además, eliminar el anticipo del impuesto a la renta que es confiscatorio y atenta contra la inversión, y eliminar el absurdo de que un accionista tenga que responder no solo por el patrimonio colocado, sino con el patrimonio personal y con el de sus herederos. Hay que focalizar los subsidios…
¿Tiene alguna propuesta puntual para focalizar los subsidios?
En el tema del gas subsidiado debe ser para consumo de los pobres o un aumento del bono para ese segmento y se tiene que subsidiar el transporte público, pero evitar un subsidio masivo. Además hay que producir una flexibilización laboral.
Menos subsidios, flexibilización laboral, liberalizar la banca, parecen un regreso al liberalismo de los noventa, que llevaron a la crisis financiera.
La crisis fue de 1999 y en esa crisis influyeron muchos factores. Hay que decir que la liberación de los años noventa fue parcial –porque nunca hubo una liberación como la que se necesita- y produjo a inicios de los 90 la más drástica reducción de pobreza, baja inflación…
Cuando usted dice liberalización de la banca ¿a qué se refiere?
Me refiero al sitio donde deben tener el dinero los bancos. Por qué los bancos privados no pueden tener la planta en el Morgan y la deben tener en el Banco Central del Ecuador.
El Gobierno maneja el concepto de que se necesita que esos dólares estén acá para que la dolarización funcione.
Por qué tienen que estar acá.
Por liquidez, según el Gobierno.
El banco puede tener su plata en cualquier parte y puede tener una parte en el BCE y otra parte a fuera. El banco decidirá cuánto. El que haya libertad garantiza la confianza de la gente y usted no puede hacer nada sin confianza
En los 90 tuvimos bastante libertad y nos fue mal
En los noventa tuvimos falta de control y hoy no se ha dado. En el año 1999 nos fue mal porque no hubo control.
Pero cuánto hemos avanzado en fortalecer la institucionalidad y ese control.
Desde la Superintendencia de Bancos existe un agobio de control. Sí hay los entes para controlar.
¿No ve riesgos?
La institución que hoy ha precautelado la liquidez es la banca. El irresponsable ha sido el sector público.
Hoja de Vida
Formación. Alberto Dahik estudió economía en la Universidad de Princeton.
Experiencia. Fue ministro de Finanzas del gobierno de León Febres Cordero. Dahik también se desempeñó como diputado. Fue vicepresidente de la República en el gobierno de Sixto Durán Ballén.