Diseñadoras nacionales dan su punto de vista sobre una popular tendencia global. Fotos: Patricio Terán/ EL COMERCIO. Modelos: Agencia CN Modelos/Vestuario: Florencia Dávalos, Kristel Muller /ZAPATOS: Carolina Lalama
La nostalgia por épocas pasadas también invade al mundo de la moda. En los últimos años se ha visto un reposicionamiento de esta estética entre las nuevas colecciones de diseñadores en todo el mundo. Algunas definiciones de lo ‘vintage’ aseguran que se trata de productos u objetos que pese a tener cierta edad, no son del todo antiguos ni mucho menos arcaicos.
La moda vintage está representada por varias tendencias. Hay, por una parte, los objetos y prendas que fueron elaboradas desde 1900 hasta 1970. En general estas prendas son únicas, y fueron elaboradas a mano con detalles especiales y únicos. Estas ropas pasaron de generación en generación. Por otro lado están las prendas que se inspiran en estos elementos y utilizan telas, colores, patrones y texturas que traen a la memoria esas épocas.
Este estilo ha influenciado incluso el diseño de vestidos de novia. Vera Wang hizo creaciones románticas con velos, encajes y flores. La apreciación por los objetos tradicionales y únicos se pueden ver en varias de las colecciones y las pasarelas de los últimos años.
Según la diseñadora Florencia Dávalos, “la moda va creando cosas nuevas a partir de lo ‘vintage”. Así, algunos cortes, telas y colores de las prendas se inspiran en esta tendencia. Para la diseñadora, lo fundamental es que la vestimenta sea chic y original. En sus colecciones quiere mostrar sus dos pasiones: la música y el arte. “Tienen la capacidad de llevarte a otros mundos”, comenta Dávalos. El trabajo del pintor español Joaquín Sorolla, de la corriente impresionista, influyó en su última colección, donde apostó por tonos fuertes, pero también blancos impecables.
Kristen Muller, de Diseño&Co., se dedica a hacer prendas de alta costura de estilos semiformales y casuales. Lo más importante para Muller es que cada prenda sea única, no hay dos iguales. Ella califica sus creaciones como “contemporáneas, con una combinación de telas y encajes que resaltan la feminidad”.
Algunos de estos detalles son precisamente los que -reconoce- han sido influenciados por la tendencia ‘vintage’. Usa encajes, tejidos, transparencias y diseños florales en algunas de sus prendas. Para la diseñadora, este estilo es muy versátil y se puede utilizar y combinar para crear ‘looks’ más formales o informales.
Para ambas creadoras, este estilo es una manifestación de la cultura moderna, que busca reinventarse basándose en épocas pasadas. Sin embargo, no deja de incorporar elementos nuevos y contemporáneos y el diseño de modas actual busca un equilibrio entre ambas tendencias.