En su página de Facebook, una madre estadounidense difundió las imágenes de su hija mientras ella estaba en coma por beber demasiado alcohol. Foto: Facebook/ Melissa Aho.
La noche del 27 de agosto de 2016, Melissa Aho creyó que su hija Ryleigh Payton de 15 años estaba en el cine y que posteriormente iría a dormir en casa de una amiga. No sabía que horas después recibiría un mensaje en Facebook de un desconocido quien le contó que la menor de edad estaba en coma etílico y al borde de la muerte.
Fueron 14 horas de sufrimiento para la madre que decidió compartir en Facebook la historia de lo sucedido junto a las imágenes de Ryleigh en el hospital. No lo hizo como un castigo a la menor, sino para generar conciencia entre los adolescentes que consumen alcohol. Hasta hoy, 6 de septiembre de 2016, su publicación en Facebook suma más de 62 674 compartidos.
Segura de que su hija haría exactamente las actividades para las que le pidió permiso, la madre la despidió y se quedó en casa. A las 01:00, según cuenta,“un mensaje en Facebook de que alguien había recibido una llamada telefónica diciendo que mi hija estaba desmayada en algún lado” la alertó. Al enterarse de la noticia, la mujer llamó repetidamente al celular de Ryleigh sin obtener resultados. Respondió al mensaje en la red social, pero no obtuvo una nueva contestación.
“Esa chica ya estaba en camino a encontrar a la persona que la había llamado y a mi hija. Las recogió y las trajo a mi acera”. Mellissa abrió la puerta de su casa y allí estaba el cuerpo casi sin vida de Ryleigh. Su boca estaba cubierta de espuma por el vómito. La ambulancia ya estaba en camino.
Los paramédicos intentaron reanimar a la menor de edad, pero fue difícil pues lo único que la madre sabía era que había bebido vodka. “No sabíamos si había tomado o le habían dado algo más” por lo que fue tratada con un medicamento, pero no reaccionó.
La ambulancia transportó a Ryleigh al hospital Heywood. No hubo suerte y la menor empeoraba con el pasar del tiempo. Los médicos del centro le dijeron que las vías respiratorias de su hija no eran lo suficientemente fuertes y que necesitaría ser entubada y transferida al hospital de la Universidad de Massachusetts. “En el camino los médicos nos informaron que mi hija ya no estaba respirando por su cuenta”, relata la madre.
Mientras eso sucedía, Melissa recordó varios hitos en la vida de su hija como el momento en el que nació o su primera sonrisa, la primera vez que la llamó mamá, su graduación de la primaria, entre otros. “Pensaba en sus hermanos y en los efectos que su muerte tendría en ellos y al resto de la familia”.
Ryleigh no estaba sola. Según pudo constatar la madre, su hija estaba junto a un grupo de adolescentes en el momento que perdió la conciencia. “Estoy segura de que cuando se dieron cuenta de que no estaba bien se asustaron, pensaron que se meterían en problemas si trataban de ayudarla así que la dejaron allí. Solo una chica, que ni siquiera era su amiga, se quedó con ella e intentó conseguir mi información y lo logró. A ella no le importó meterse en problemas, quería conseguir la ayuda que mi hija necesitaba desesperadamente”.
Pero Melissa no culpa a los adolescentes que abandonaron a su hija. “Estoy segura de que se asustaron, no se dieron cuenta de la gravedad de su estado en ese entonces” y es precisamente por eso que decidió compartir en Facebook lo sucedido, “para que cada adolescente que se pueda encontrar en esta situación sepa que no se meterá en problemas por intentar ayudar a alguien”. Así instó a otros jóvenes a hacer lo mismo, “tienen la habilidad de salvar una valiosa vida”, escribió.
“Por favor, pidan ayuda sin importar las circunstancias. Esa chica salvó la vida de mi hija al contactar a alguien que quizás podría hablar conmigo y si no lo hubiera hecho estaría enterrando a mi hija en esta semana”, reflexionó la madre.
14 horas después de recibir el mensaje en Facebook, Ryleigh despertó. Preguntó por su hermana menor y ahora se encuentra en un proceso de recuperación largo. Ryleigh tiene actualmente problemas para respirar y heridas por las veces que se cayó luego de haber bebido una botella de vodka. Además tiene lastimado su ojo y se está cuidando para no desarrollar una neumonía, pues los médicos encontraron vómito en sus pulmones.
Detrás de la publicación viral, la madre también intenta hacer que los padres sean más abiertos con sus hijos sobre los peligros del consumo de alcohol en menores de edad. Ryleigh pesa 92 libras y tenía 2.8 grados de alcohol en la sangre. “No piensen que esto no podrá pasarles a ustedes, porque es real y está en todos lados”, finalizó la madre.