La Cinemateca de la Casa de la Cultura trabaja en la conservación y digitalización de cintas. Foto: Julio Estrella/ EL COMERCIO.
La reconexión con el pasado, a través del sonido y la imagen, es el tema propuesto por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) para celebrar un nuevo Día Mundial del Patrimonio Audiovisual, el 27 de octubre.
“Cada archivo audiovisual constituye la huella de la acción humana en el mundo”, dice Diego Coral, director de la Cinemateca Nacional de la Casa de la Cultura Ecuatoriana (CCE). Él destaca la importancia del trabajo de recuperación y preservación del patrimonio fílmico ecuatoriano.
Ese proceso empezó hace 17 años como un proyecto para la digitalización de filmes. Durante la gestión de Wilma Granda, exdirectora de la Cinemateca, el archivo se convirtió en un servicio de Consulta Pública, la digitalización mejoró con la adquisición de un Filmscanner en 2014 y, un año después, se inauguró la Cinemateca Digital.
Actualmente, el Archivo Fílmico del Ecuador contiene alrededor de 5 000 archivos audiovisuales y más de 10 000 documentos anexos, de acceso público y gratuito.
Con el objetivo de avanzar en ese proceso, la actual administración de la Cinemateca tiene puesto su interés en tres objetivos concretos: la democratización del patrimonio fílmico, el intercambio de experiencia y conocimiento y la potenciación de la infraestructura.
Para mejorar el acceso al archivo, la Consulta Pública se trasladó a un espacio más amplio junto a la sala de cine Alfredo Pareja, donde se han instalado monitores y butacas para la visualización del material. Este espacio atiende de lunes a viernes, de 09:00 a 18:00.
Patricio Valencia, Camilo Botero y Hernán Chinchín trabajan en la recuperación de filmes. Foto: Julio Estrella/ EL COMERCIO.
En el lobby que queda entre la Consulta Pública y la Sala Alfredo Pareja está prevista la instalación de una exposición permanente. “La idea es crear un espacio interactivo que incentive la curiosidad del público por el cine ecuatoriano y su historia’, dice Coral.
El año pasado también se inauguró Tesoros Remix, un espacio creado para la exhibición de piezas audiovisuales del archivo, en distintos formatos y de diferentes épocas. La idea es promover una lectura más amplia sobre el cine, permitiendo, al mismo tiempo, establecer conexiones con temáticas y tendencias actuales.
El traslado de la Consulta Pública permitió ampliar el espacio físico del archivo, donde cientos de carretes se acomodan en estantes metálicos.
“Estamos trabajando en potenciar la organización del archivo. Está en marcha un proyecto de diagnóstico del catálogo”, dice Coral.
Al archivo no deja de llegar material para su preservación, proveniente de archivos particulares y obras de cineastas nacionales como Sebastián Cordero, Víctor Arregui, Isabel Dávalos, entre otros.
Como parte del trabajo de preservación de la memoria audiovisual, la Cinemateca ha retomado proyectos editoriales y ha establecido convenios académicos y profesionales con universidades y centros culturales fuera del país.