Imagen de Edwin Oviedo, presidente de la Federación Peruana de Fútbol, tomada de la cuenta de Twitter @DeportesLR
El presidente de la Federación Peruana de Fútbol (FPF), Edwin Oviedo, quedó en una delicada situación hoy tras la renuncia del comité de ética del organismo, en medio de un escándalo de corrupción que ya le había hecho perder el respaldo del resto de la directiva.
El comité, formado por personalidades del sector privado, se sumó así a las presiones contra Oviedo, acusado de llevar al Mundial de Rusia 2018 al juez César Hinostroza,que presuntamente le ayudó en procesos que tiene por actividades ajenas al fútbol.
Según el diario El Comercio, el detonante de la renuncia fue la confirmación de que Oviedo es amigo de Antonio Camayo, empresario al que sorpresivamente se le encargó construir un complejo de la Federación a pesar de que su campo de acción es el transporte.
Audios revelaron entre otras cosas que el presidente de la FPF coordinó el viaje con Hinostroza, señalado como jefe de la organización corrupta, y que el hoy preso Camayo actuó como intermediario. Hinostroza, quien por ser juez supremo no puede ser apresado sin previa denuncia constitucional en el Congreso, admite que fue a Rusia con su esposa y asistió a los partidos de la selección del Perú,pero asegura que lo hizo con recursos propios.
El domingo, Oviedo negó tener relación con el magistrado, del que se ha documentado que negociaba fallos e investigaciones a partir de una red de jueces y fiscales “amigos”, pero luego aparecieron audios en los que hablan en términos que denotan cercana amistad.
Oviedo, de 45 años,, es un potentadodel sector agroindustrial, pero la Fiscalía lo acusa de lideraruna organización delictiva encargada de controlar por la fuerza a la compañía Tumán, cuya propiedad es reclamada judicialmente por otro grupo. Un fiscal de la ciudad norteñade Chiclayo, Juan Carrasco, acusa a Oviedo de la autoría mediata de al menos dos asesinatos, entre otros delitos, y pide 26 años de cárcel.
El dirigente ha salido bien librado y ahora se sospecha que es por sus conexiones. Según El Comercio, el sucesor en caso de que Oviedo renuncie será el vicepresidente, Franklin Chuquizuta, que está a favor de renovarle contrato al argentino Ricardo Gareca como seleccionador y mantener como gerente deportivo a Juan Carlos Oblitas, claves para que el Perú regresara a un Mundial después de 36 años.