Imagen referencial de Sara Palacios, con la gorra oficial del evento, en la piscina de El Batán, uno de sus sitios de entrenamiento. Foto: Carlos Rojas / EL COMERCIO
Nadar de la Isla del Sol a la de la Luna por aguas del lago Titicaca es el nuevo desafío de Sara Palacios, la ecuatoriana que cruzó el canal de La Mancha hace 10 meses.
“Recibí la invitación de parte de los organizadores. Es una travesía que me ayuda en mi preparación para mi nuevo desafío de este año, cruzar el canal de Catalina, en Estados Unidos”, detalló la deportista que tenía previsto viajar hasta La Paz, en la noche del miércoles 8 de mayo del 2019.
La travesía se efectuará el sábado 11 de mayo, a las 10:00; la distancia que se debe superar es de 7,5 km. “Voy porque es una competencia en aguas frías. La temperatura es de 12°C. En Ecuador tengo que buscar escenarios naturales, como la Laguna de Mojanda, para poder entrenarme”.
La competencia es organizada por la Federación Boliviana de Natación y cuenta con la participación de nadadores de países del continente. “El lago está a 3 800 metros de altitud, ese es otro punto que le hace interesante para nadadores de aguas abiertas”.
Será la primera ocasión que un nadador ecuatoriano cumpla este desafío en el lago Titicaca. El año pasado también recibió esta invitación, pero Sara decidió entrenarse en Lima antes de ir al canal de La Mancha. “Este año vamos a La Paz porque creemos que va a beneficiar a nuestra preparación”.
Sara Palacios, de 33 años, completó la travesía del canal de La Mancha -entre Inglaterra y Francia– de 34 km en 12 horas y 58 minutos.
Este hecho, histórico para la natación ecuatoriana, ocurrió el 12 de julio del 2018.
La travesía fue la primera de su proyecto Siete Mares, que incluye completar los cruces más exigentes del mundo en Aguas Abiertas. Hasta el momento solo 12 personas en el mundo han podido cumplir este desafío, ninguna de Sudamérica.
En julio próximo, Sara irá al canal de Catalina, en California, Estados Unidos. “Es una travesía similar al del canal de La Mancha. La distancia es de 32 km. Nos estamos entrenando desde el año pasado”.
Cada día se entrena por dos horas diarias en la piscina de El Batán. Luego va a gimnasio y los fines de semana va a las lagunas cercanas a Quito: San Pablo, Cuicocha y Mojanda. No va a la playa porque la temperatura del agua.
Los otros cinco desafíos de su proyecto incluyen el estrecho de Cook, el canal de Tsugaru, estrecho de Gibraltar y el canal de Molokai.
“Para financiar mi proyecto abrí talleres de natación en aguas abiertas. Hace pocos días recibí mi certificación internacional”.
En sus clases hace énfasis en perfeccionar la técnica del estilo. “Si logras dominar el estilo, en grandes distancias se hace menos esfuerzo”, es el principal consejo que ofrece a sus alumnos.