No nos engañemos: lo que desea la Comisión de Legule… perdón, de Disciplina de la Ecuafútbol es ponerle una mordaza a Esteban Paz. ¿El objetivo? Torpedear la constitución de la liga profesional o al menos retrasar su avance algunos años, para cuando los jerarcas de la entidad ya sean polvo.
Lo que ha pasado con Paz es un abuso kilométrico, un espantoso uso de la fuerza a base de una consideración subjetiva de la palabra “usurpar”, la cual ha “ofendido” a la majestad de la sacrificada dirigencia. Paz dijo que la Ecuafútbol usurpó los derechos de televisión y que falló en mejorar el reparto de dinero por ese concepto a los clubes. ¿Realmente la Comisión de Alfom… perdón, de Disciplina cree que alguien se va a sentir mal por esa consideración, que además la comparten muchos dirigentes e hinchas? Desde que la FEF maneja los derechos televisivos, las transmisiones que vemos son de baja calidad y en horarios inauditos, con algunos casos de cotejos diferidos. Este mismo fin de semana se pasó a destiempo el duelo entre Olmedo y D. Cuenca. ¿Ese es el fútbol que nos prometieron? Pues no.
Lo peor es la sazón teatral de esta farsa, un tinglado en que algunos presidentes de las asociaciones provinciales participan felices, sobre todo aquellos que dicen sueltos de huesos que “se ganaron” el viajecito al Mundial. ¿Se lo ganaron?, ¿qué hicieron para vencer en las eliminatorias? Claro, ya se sabe: aplaudir.
¿Qué pasará ahora? Dependerá de las ganas que tenga la Comisión de Alrevesalandia, que sanciona a los que piden cuentas pero que no ha castigado a los morosos que no pagan los sueldos por meses y meses, lo que acentúa el ridículo. Pero también dependerá de lo que hagan los Paz y sus aliados. Por lo pronto, esta sanción es una declaratoria de guerra.