Los jugadores de la Selección de Ecuador se desplazaron hasta Gdansk, uno de los puertos principales de Polonia. Foto: David Paredes desde Polonia / EL COMERCIO
La bandera de Ecuador dejó de flamear en Bydgoszcz. La delegación tricolor dejó el hotel donde permaneció siete días para mudarse hasta el miércoles 29 de mayo 2019 a Gdansk, uno de los puertos principales de Polonia que también acoge a los mexicanos.
Un leve aguacero recibió a los seleccionados. Mientras se desmontaban las 80 maletas de utilería, el equipo azteca ingresaba al hotel Hilton después de entrenarse. Ecuatorianos y aztecas no cruzaron palabra alguna. Solo Kleber Macías, utilero de la FEF, subía el equipaje a uno de los ascensores.
Estaba previsto que la ‘-Mini-Tri’ se entrenara en Lechia, un pueblo ubicado a 20 minutos del puerto. También debían reconocer el estadio de Gdynia, donde se jugará el último cotejo de la fase de grupos.
Los jugadores de la Selección de Ecuador se desplazaron hasta Gdansk, uno de los puertos principales de Polonia. Foto: David Paredes desde Polonia / EL COMERCIO
Según informó el personal de la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF), el entrenamiento se canceló por el cansancio del viaje. Moverse de Bydgoszcz a Gdansk puede tardar dos horas en tren o una hora y media en auto particular.
El combinado juvenil ecuatoriano arribó a su sede a las 13:00 (06:00 hora de Ecuador) y los futbolistas subieron a sus habitaciones, para dejar sus cosas y dirigirse al comedor para el almuerzo.
En la tarde debían realizar trabajos en el gimnasio y zona húmeda, bajo la tutela de los fisioterapeutas y del médico Patricio Maldonado.
Gdansk, uno de los puertos principales de Polonia. Foto: David Paredes desde Polonia / EL COMERCIO
Ecuador necesita ganar a los norteamericanos para conseguir uno de los cupos a la siguiente fase. De no sumar de a tres puntos, deberá empacar maletas para regresar al país.