Jugadores del Deportivo Quito en el estadio Atahualpa durante el partido entre Universidad Católica y Liga de Loja, el 17 de octubre de 2014. Foto: EL COMERCIO
Deportivo Quito tiene un ‘deadline’ para evitar descender a Segunda Categoría. La institución tiene cinco días hasta el viernes para conseguir USD 600 000 para pagar a los acreedores del equipo y para cancelar parte de la deuda con el plantel de futbolistas. Caso contrario, no podría presentarse al partido ante Emelec y por lo tanto, perdería su posición en el fútbol profesional.
De acuerdo con los reglamentos de la Ecuafútbol, si un equipo no se presenta en dos ocasiones consecutivas a jugar un partido pierde inmediatamente la categoría. La semana pasada, el equipo azulgrana no pudo disputar el cotejo que tenía previsto ante Emelec en el estadio Capwell. Esto, pues tenía deudas pendientes por USD 270 000 con acreedores de la institución.
El pasado viernes, el presidente del equipo, Santiago Ribadeneira, presentó la renuncia a su cargo. Hoy está previsto que asuma un nuevo grupo de trabajo liderado por el empresario panificador, Joselito Cobo. Él, en declaraciones a radio Área Deportiva, declaró que el equipo necesita USD 600 000 para poder saltar a la cancha, este fin de semana ante Emelec en el estadio Atahualpa. La cifra dada por Cobo comprende el pago de USD 500 000 a los acreedores y de USD 100 000 a la plantilla por concepto de parte de los sueldos atrasados al equipo.
Precisamos un espacio prudencial para pagar las deudas, lo principal ahorita es salvar a Deportivo Quito para mantenerlo en la A. Necesitamos USD 600 000 hasta este fin de semana. Quiero sumar personas, pero no solo hinchas de corazón, sino personas con chequera”.
La tarde de este lunes está previsto que el nuevo grupo de directivos se reúna en AFNA para dilucidar estrategias para salvar al equipo. El gerente de la Asociación provincial, Galo Barreto, confirmó la existencia de esta reunión, prevista para las 16:00.
Mientras tanto, los futbolistas del plantel realizaron sus prácticas normales en el complejo de Carcelén. Lo hicieron ante las órdenes del técnico Carlos Sevilla, a puertas cerradas.