Los integrantes de la Escuela de Alto Rendimiento Jonathan Caicedo, en Carchi, prefirieron ver la competencia en la casa del campeón, en Santa Martha de Cuba, cantón Tulcán. Foto: Javier Montalvo para El Comercio
“Felicidades campeón. Con el Carchi no se juega. Jonathan vamos por más”. Esos fueron algunas de las frases que gritaban los amantes del ciclismo que se volcaron a las calles de Tulcán, en la provincia del Carchi, luego que Jonathan Caicedo, uno de los hijos más querido de esta tierra, ganó la tercera etapa del Giro de Italia, este 5 de octubre del 2020.
Las imágenes del triunfo se siguieron por la televisión. En Ecuador la final se vivió a las 09:37. En Italia eran las16:35. El resultado catapultó a los amantes de este deporte a las calles y parques de la capital carchense, situada en la frontera con Colombia.
Los carros circulaban haciendo sonar repetidamente los pitos. Mientras varios admiradores del ‘cubanito’, como le dicen por haber nacido en la parroquia de Santa Martha de Cuba, en el cantón Tulcán, llevaban banderas con los colores verde, amarilla y roja, de la provincia. Otros portaban el tricolor amarillo, azul y rojo del Ecuador.
Entre los más emocionados estaban los 20 integrantes de la Escuela de Alto Rendimiento Jonathan Caicedo, auspiciada por el campeón y la Prefectura del Carchi. Ahora además la escuela recibirá el apoyo de la Liga Deportiva Universitaria, de Quito, con quien firmaron un acuerdo hace varios días, explican los directivos.
“El triunfo de Jonathan es el resultado del apoyo que hemos podido ofrecer a los pedalistas de nuestra provincia desde hace una década. Es uno de los proyectos deportivos más exitosos de Ecuador y Sudamérica”. Así resumía el prefecto del Carchi, Guillermo Herrera, la ayuda de su institución al equipo Coraje Carchense, que funcionó entre el 2010 y 2016. Ahí nacieron deportivamente figuras como Caicedo y Richard Caparaz, campeón del Giro a Italia del 2019.
La alegría desbordante también se vivió en Santa Martha de Cuba. Desde muy temprano Rosa María Cepeda y Gerardo Caicedo, los padres de Jonathan, se acomodaron en la sala de la casa familiar para ver las incidencias de la carrera, a través de la televisión. Poco a poco continuaron llegando otros familiares y amigos.
Rosa María Cepeda asegura que desde antes que inicie la prueba internacional tenía el presentimiento que el primero de sus tres hijos ganaría la tercera etapa. Cuando Jonathan Caicedo fugó del pelotón sabía que el augurio era verdadero. Yesenia Pozo, esposa del campeón, y Doménica, de 4 años, la hija de la pareja, lloraron y rieron viendo a su ciclista preferido brillar en Europa.