La inspección que realizó el Ministerio de Relaciones Laborales a Barcelona SC, fue conflictiva.
Cerca de 15 delegados de la cartera de Estado llegaron aproximadamente a las 10:00. Ellos ingresaron sin permiso a la cancha alterna del estadio Monumental, para tratar de conversar con los jugadores de la primera plantilla.
El jefe de prensa amarillo, Luigi Macchiavello, intentó detener a los delegados y según él, les pidió que esperen a que finalice la práctica para realizar su labor. Esto no fue bien visto por los funcionarios públicos que amenazaron con llamar a la fuerza pública si no se les permitía el ingreso.
Los funcionarios ingresaron a la cancha, cuando los jugadores realizaban trotes; esto molestó al volante Luis Caicedo, quien solicitaba que se retiren y los dejen terminar con la práctica.
El DT Rubén Israel habló con los funcionarios y les expresó su molestar, por lo que consideró una irrupción desproporcionada. El entrenamiento terminó y los representantes del Ministerio realizaron las entrevistas a los jugadores dentro del edificio de la concentración.
Antonio Noboa, presidente de Barcelona, criticó la actitud de los trabajadores estatales. Él dijo que el club está dispuesto a colaborar en cualquier inspección, pero que eso no justifica el trato abusivo del que fueron objeto.
Los jugadores y trabajadores del equipo guayaquileño han recibido sus salarios hasta junio. Noboa aseguró que en el transcurso de este mes, se abonará otra quincena a sus empleados.
Según explicó la directora regional del trabajo, Ana Martínez, se intenta constatar el estado en el que laboran los futbolistas y saber si el club está cumpliendo con las obligaciones patronales. Barcelona tiene un plazo de tres días para presentar ante el organismo, los contratos que mantiene con sus empleados y certificados de aportaciones al seguro social.