Nosotros, los mestizos ecuatorianos, tenemos clara nuestra vertiente blanca, pero ignoramos nuestra vertiente indígena. Nuestros pueblos originarios fueron sometidos por los incas que permanecieron entre 40 y 70 años hasta que llegaran los españoles, luego viene la Colonia y tan solo desde entonces, es la historia que conocemos.
Existen investigaciones aisladas, últimamente un poco más, que no logran concadenar y evidenciar la riquísima cultura indígena en las diferentes regiones del Ecuador; apenas se destaca Atahualpa, hijo de inca, como principal referente de las guerras sangrientas que diezmaron las poblaciones autóctonas y allanaron el camino a los conquistadores europeos.
¿Será que la ignorancia de nuestro pasado nos lleva contra nuestros propios orígenes, cuando se pretende despojar a los pocos representantes de nuestra historia de su sede (Conaie)? o ¿será que nos avergonzamos de nuestra auténtica raíz indígena?
Un pueblo que agrede sus raíces es porque las desconoce, no sabe quién es, peor hacia dónde va…