Fueron dos viajes para captar la actividad superficial y el estado de las cumbres y glaciares del Cotopaxi, Cayambe, Tungurahua y Sangay. Foto: Armando Prado / EL COMERCIO
Una grieta en el glaciar del volcán Cayambe, nieve que se vuelve a acumular en el interior del cráter del Cotopaxi o una capa de ceniza que cubre la cumbre del Sangay y del Tungurahua fueron algunas de las imágenes que se observaron en un nuevo sobrevuelo a los cuatro volcanes, realizado por el Instituto Geofísico, entre el 21 y 23 de diciembre del 2016.
Fueron dos viajes para captar la actividad superficial y el estado de las cumbres y glaciares del Cotopaxi, Cayambe, Tungurahua y Sangay, cuatro volcanes activos, asentados en la cordillera andina de Ecuador.
Los técnicos del área de Vulcanología del Instituto Geofísico, a bordo de una avioneta Cessna 206 y un avión Quest Kodiak, hicieron tomas aéreas y monitoreos térmicos que fueron publicados en un informe especial, este jueves 5 de enero del 2017.
Un cielo despejado permitió observar la cima y el cráter del volcán Cotopaxi, cuya actividad eruptiva se incrementó en agosto del 2015 y que ha disminuido desde mediados el segundo trimestre del 2016. Las cámaras captaron una débil pero continua columna de gases que se dirigía al noroccidente, así como unas fumarolas del flanco occidental del volcán, aún activas. También se observaron “signos de fusión de glaciar”, en el lado sur, es decir, sigue el derretimiento o descongelamiento por su actividad eruptiva.
El monitoreo térmico (con cámaras especiales para determinar cambios de temperatura) no reportó alteraciones en comparación con los últimos sobrevuelos.
Imagen del Cotopaxi. Foto: Cortesía Instituto Geofísico
Las condiciones climáticas también permitieron ver al volcán Cayambe, del que se ha registrado un incremento en su actividad sísmica desde junio del 2016. Durante el recorrido no se evidenció una emisión de gases ni un incremento en el derretimiento de su glaciar. Lo que sí se observó fue una grita que corta el casquete glaciar. Ese evento que ya fue reportado por los andinistas que subieron este volcán en días pasados.
Imagen del Cayambe. Foto: Cortesía Instituto Geofísico
Una actividad superficial “muy baja” fue lo que se observó en la cumbre del volcán Tungurahua, que no ha presentado signos de reactivación desde los últimos meses del 2016. Su morfología no presenta cambios importantes, según el informe del Geofísico.
Imagen del Tungurahua. Foto: Cortesía Instituto Geofísico
En el Sangay sí se encontraron nuevos cambios como la presencia de un nuevo cráter de explosión formado en el sureste del borde del cráter central. También se vieron depósitos de flujos piroclásticos distribuidos alrededor del cono del volcán y una gruesa capa de ceniza sobre la parte superior. El monitoreo térmico también determinó residuos de lava en un costado, que todavía estaban calientes durante el sobrevuelo. Según el informe, esto se relaciona con su actividad eruptiva.
Imagen del Sangay. Foto: Cortesía Instituto Geofísico