A la cita regional asisten cerca de 200 delegados de 13 países. Foto: Vicente Costales / EL COMERCIO
Sin la presencia de delegados del Gobierno de Nicolás Maduro, como ocurrió en septiembre, este jueves 22 de noviembre del 2018, se instaló en Quito, en la sede de la Cancillería, la segunda cita regional que trata el fenómeno de la ola migratoria de ciudadanos venezolanos.
De la reunión participan 200 delegados de 13 países de la región, observadores, representantes del sistema de Naciones Unidas, así como organismos internacionales y financieros, según la Cancillería.
En ese marco, Ecuador puso en debate un plan de acción para responder a esta crisis y se prevé que el documento sea aprobado mañana, 23 de noviembre, al concluir el foro.
“La crisis producida por esos torrentes migratorios y transfronterizos es regional, por lo tanto las soluciones que debemos adoptar deben tener esta marca regional de integración y coordinación”, manifestó el canciller, José Valencia.
El plan contempla mecanismos de permanencia regular; cooperación regional con Venezuela y cooperación internacional.
El representante Especial Conjunto de Acnur y la OIM para los migrantes y refugiados venezolanos, Eduardo Stein, alentó a que en el foro se adopte un conjunto de decisiones colectivas.
Stein alertó que en enero próximo “podría producirse un repunte del flujo migratorio, que por ahora ha descendido lejos de los niveles cúspide que alcanzara en agosto pasado”.
Eso, según explicó, debido a que el 10 de ese mes se inicia el nuevo mandato del presidente Maduro, algo que la mayoría de gobiernos de países cercanos no reconoce como legal y podrían tomar decisiones al respecto.
Además de Venezuela, a la segunda cita de Quito no acudieron representantes de Bolivia, país en donde hoy fue inaugurada la XVIII Conferencia Suramericana sobre Migración.
De acuerdo con las cifras de Acnur y la OIM, cerca de 3 millones de ciudadanos venezolanos han salido de su país debido a la crisis política, económica y social que enfrentan.