Una unidad especial de la Policía investiga el tipo de material que detonó la noche de este lunes 6 de abril en una vivienda del suburbio de Guayaquil y que cobró la vida de dos personas.
La Policía no descarta que se trataría de una granada, debido a las esquirlas que dejó dentro del inmueble. La vivienda, dividida en dos ambientes, mostraba diminutos agujeros en el techo laminado, mientras que los escasos muebles quedaron carbonizados junto a la única ventana de la casa.
Las esquirlas que dejó la detonación, hace presumir a las autoridades que se trataría de una granada. Foto: Mario Faustos/ EL COMERCIO
Las víctimas, Marjorie M, de 39 años y su conviviente José N., de la misma edad, permanecían en la sala de su vivienda cuando fueron impactadas por el aparato explosivo, según relató la mañana de este martes 7 de abril uno de los familiares.
Un adolescente, hijo de la pareja y que también se hallaba en la vivienda, resultó ileso de la explosión y por la mañana daba declaraciones a los investigadores.
Según vecinos, esta es la tercera ocasión en que los ocupantes de la vivienda son víctima de presuntos atentados. “La última vez fue en Semana Santa, unos sujetos dispararon a la casa”, relató una sobrina de las víctimas.
La Policía mantiene acordonado el tramo de la calle que conduce a la vivienda. Por la mañana personal de la Corporación de Seguridad Ciudadana de Guayaquil acudió al sitio para levantar información sobre los familiares de las víctimas y coordinar la ayuda.
Una unidad móvil de la Policía Nacional acudió al lugar donde ocurrió la explosión, para realizar las investigaciones. Foto: Mario Faustos/ EL COMERCIO