Usuarios del servicio de transporte en el ingreso a un andén en el norte de Quito. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO
Desde que Quito cambió a semáforo amarillo, el pasado 3 de junio, se registran tres problemas en las estaciones de buses de transporte público. En algunos barrios del sur, centro y norte de la urbe la mayoría de usuarios no respeta los dos metros de distanciamiento y se registran aglomeraciones. También hay unidades de servicio convencional que no acatan el aforo del 50% que determina el COE nacional.
En un recorrido realizado por este Diario se observó que algunos pasajeros se ubican sobre los puntos pintados sobre las aceras y, cuando arriban las unidades, se aglomeran rápidamente en las puertas para abordar el bus. Apresurados, varios de ellos aseguran que no quieren llegar tarde a sus trabajos y temen quedarse sin movilización.
A las 06:00 de hoy, martes 7 de julio del 2020, los pasajeros vestían ropa gruesa para protegerse del frío. Todos utilizaban mascarilla. Pocos se pusieron trajes de bioseguridad o protectores faciales. A esa hora, la mayoría de vehículos sí cumplió con el 50% del aforo y cada seis o siete unidades aparecía uno que no lo hacía; llevaba hasta cinco pasajeros de pie.
El distanciamiento social no se respeta entre los usuarios del transporte público en Quito. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO
En el ingreso a Carapungo, en el extremo norte de la urbe, decenas de personas se aglutinaron en la intersección de la Panamericana Norte y la avenida Luis Vaccari. Con sus mochilas, obreros, oficinistas, mensajeros y guardias de seguridad esperaban a los buses. “Tengo que salir más temprano de la casa para llegar pronto a mi trabajo”, manifestó Jorge Mena.
Para la vecina Mercy Ramos, los vehículos sí respetan los aforos en las paradas principales porque allí hay controles de los agentes metropolitanos. Sin embargo, conforme avanzan las rutas, en algunos vehículos se sube más gente y se incumple la normativa.
A las 08:00, cuatro articulados del corredor central norte circularon con más del 50% de su aforo. Más de 15 pasajeros iban de pie y los asientos estaban copados. En las paradas La Delicia y Del Maestro se produjeron filas que llegaron hasta los exteriores. Molestos, los pasajeros dijeron que les toca esperar hasta 45 minutos para tomar un bus y movilizarse.
Ecuador cambió a semáforo amarillo el pasado 3 de junio del 2020. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO
Eso ocurrió en las paradas denominadas La Delicia y Del Maestro. Vladimir Díaz indicó que todos los días debe esperar más de media hora para conseguir transporte. “Los articulados que salen de la estación de La Ofelia siempre van llenos, en la mañana y la tarde”.
Otros usuarios señalaron que, tras 35 días del semáforo amarillo, las unidades salen de la parada cumpliendo las disposiciones, pero en el camino se suben más personas. Por eso se demoran más de 30 minutos en llegar a sus destinos. Algunos optan por pagar USD 1 a los taxis-ruta que los traslada desde La Ofelia hasta la avenida Naciones Unidas.
En la avenida Rumiurcu, que conduce a la cooperativa Jaime Roldós Aguilera, ubicada en el noroccidente, la mayoría de unidades circuló hoy con la mitad de pasajeros. Pocos lo hicieron con más del 50% del aforo.
Otro de los sitios donde se registra desorden y aglomeraciones es en la estación del Playón de La Marín, en el centro de Quito. Todas las mañanas decenas de usuarios hacen largas filas para abordar unidades del corredor central norte. Al acercarse a los andenes la gente se aglomera y no acatan las medidas de distanciamiento.