Decenas de velas fueron encendidas en el Centro de convenciones Bicentenario, al conmemorarse un mes del terremoto del 16 de abril. Foto: Alfredo Lagla/ EL COMERCIO
Se cumplió un mes exacto del terremoto que dejó 661 personas fallecidas en Ecuador. A las 18:58 de este lunes 16 de mayo del 2016, en el Parque Bicentenario, en el norte de Quito, se realizó un evento conmemorativo para las víctimas del desastre natural que alcanzó 7.8 grados de intensidad en la escala de Richter.
El acto fue organizado por el Municipio de Quito, a través del Patronato San José. Se realizó en el Centro de Convenciones, en el mismo lugar en el que desde el día del desastre se ha convertido en el centro de acopio de la ayuda humanitaria de los capitalinos para los afectados en Manabí y en el sur de Esmeraldas.
A las 18:58, decenas de personas encendieron velas blancas en memoria de los fallecidos. Y se realizó un minuto de silencio. Luego se elevó una oración en la que se pidió a Dios no solo para los que se fueron sino para los sobrevivientes y para que el Litoral ecuatoriano se vuelva a levantar.
María Fernanda Pacheco, presidenta del Patronato San José, con lágrimas en los ojos y con la voz entrecortada recordó el primer mes de la tragedia resumiendo que fue “un hecho que cambió la vida de todo el país”. Informó que el centro de acopio quiteño ha recolectado y ha entregado más de 2,1 millones de kilos entre alimentos y agua a los damnificados. “Este no es un cierre es una bocana de aire. Hay que seguir donando, ayudando y consumiendo los productos de las zonas afectadas“, dijo.
Lenin Andrade, voluntario, se dijo afortunado por representar a un “grupo de valientes que lo han dado por ayudar a miles de ecuatorianos”. Indicó que aunque el número de voluntarios ha ido reduciéndose desde los primeros días hasta hoy que se cumple un mes, ha habido un grupo de unas 60 personas que no ha faltado ni un solo día y ha sido la fuerza para que Quito haya logrado enviar más de 2 000 toneladas a los damnificados.
Contó que a este grupo de personas se los bautizó como “Los Paules”, quienes son desempleados y dejaron sus labores de buscar trabajo para ayudar a las víctimas durante 30 días. Este equipo pidió apoyo de la empresa privada para que colaboren con obreros voluntarios, al menos tres o cuatro cada hora diariamente.
Además, en el acto participaron integrantes del Cuerpo de Bomberos de Quito y de la Policía Metropolitana de Quito, quienes formaron parte de las brigadas de rescate que estuvieron en la primera etapa de labores en la zona de desastre.
Globos blancos, con mensajes hacia los afectados por el terremoto, fueron parte de la conmemoración del mes que se cumplió del terremoto del 16 de abril. Foto: Alfredo Lagla/ EL COMERCIO
Al final, desde los exteriores del Centro de Convenciones se realizó un lanzamiento de globos blancos que simbolizan la esperanza para los sobrevivientes manabitas y esmeraldeños del fuerte sismo.