El procesado por el asesinato de un niño en Daule fue protegido por la Policía para no ser linchado en los exteriores de la Fiscalía. Foto: Captura de video
Una mucedumbre se congregó en los exteriores de la Fiscalía de Daule, un cantón ubicado a 42 km de Guayaquil, para reclamar justicia. El pequeño Daniel, de seis años, murió a golpes y se presume que fue su padrastro.
Los habitantes están consternados e indignados.
El edificio esquinero, cerca del malecón de Daule, fue resguardado por la Policía Nacional. Fue una medida de seguridad. La intención era evitar que el acusado Michael M. cayera en manos de una turba de más 200 personas, que intentaba lincharlo.
La gente gritaba y exigían justicia a las autoridades la mañana de ayer martes, 13 de noviembre, mientras se realizaba la audiencia de formulación de cargos. Algunas personas lanzaron botellas vacías e intentaron golpear al hombre, por lo que los policías tuvieron que usar gas pimienta para dispersarlos. En la tarde el acusado fue trasladado hasta la Penitenciaría de Guayaquil.
El hombre, de 21 años, fue detenido el lunes pasado como presunto responsable de la muerte. Y ayer fue procesado por el delito de asesinato.
La tarde del lunes, Daniel llegó al hospital de Daule con evidencia de haber sido golpeado y con marcas de un cinturón.
Su padrastro fue quien llevó al niño a la casa de salud y fue detenido por los agentes especializados cuando los médicos comprobaron su deceso.
El fiscal de Daule, Hugo García, señaló que el procesado golpeó al infante como castigo por negarse a almorzar. Producto de la agresión, el niño se cayó de una silla. Explicó que el menor sufrió el colapso de uno de sus pulmones.
Durante ese incidente, la madre del niño –Gema P.– habría estado presente en la casa. Por eso, el fiscal no descarta que conforme avancen las investigaciones la mujer pueda ser acusada por el delito de omisión.
El detenido podría pagar una sentencia de 22 a 26 años, según el Código Orgánico Integral Penal (COIP), en caso de ser declarado culpable.