En la foto, clientes recorren uno de los pasajes del centro comercial Mall del Sol, ubicado en Guayaquil. Foto: Mario Faustos / EL COMERCIO
Las ventas en el restaurante de María Jaramillo han sido bajas en lo que va del 2015. Por eso, esta madre de familia, de 49 años, ajustará su presupuesto para Navidad. “Estoy pagando algunas deudas y en el restaurante solo saco para pagar los servicios básicos, no creo que pueda comprar regalos como el año pasado”.
Debido al encarecimiento de algunos bienes importados por las salvaguardias y la desaceleración económica, este año los ecuatorianos tendrán una menor capacidad de consumo para esta festividad. “Estamos pasando por una situación económica bastante difícil, el incremento de precios de bienes y servicios hace que se afecte la capacidad de compra de los ecuatorianos. Además, la decisión del Gobierno de mensualizar el décimo hizo que muchos ecuatorianos, para mejorar sus ingresos, utilizaran los recursos extra que pudieron tener en diciembre”, dice el analista Marcelo Vásquez.
Esto explica que este año la intención de entregar regalos muestre una tendencia a la baja, según el último estudio de la consultora Eureknew. La encuesta muestra que en el 2013, el 60% de ecuatorianos dijo que sí entregaría regalos en Navidad, en el 2014 la cifra pasó a 56% y para este 2015, bajó a 48%.
Otro análisis realizado por Deloitte para esta Navidad señala que el consumo en Ecuador mostrará este año cifras constantes o decrecientes en comparación con años anteriores. El análisis hace referencia a los indicadores del índice de confianza empresarial proporcionado por el Banco Central del Ecuador, que abarca a 1 000 grandes empresas.
En la cadena comercial Estuardo Sánchez, que importa artículos para el hogar, productos navideños, juguetes y otros artículos, por ejemplo, en octubre se registró un decrecimiento en ventas de un 18% en comparación al mismo mes del 2014.
Juan Sánchez, vicepresidente de la cadena que tiene 11 locales en el país, comenta que por la imposición de salvaguardias y cupos de importaciones, los productos se han encarecido y a pesar de reducir su margen de utilidad temen que en esta época navideña las ventas no se recuperen. En años anteriores, esas ventas representaron el 20% del total de ventas de todo el año, por lo que se contrataba a unos 30 empleados de manera ocasional para atender los locales. Este año no se contratará a ninguno. “Como importadores no sabemos cuál será la reacción del mercado. Hemos tenido que invertir 45% en pago de salvaguardias, porque el 89% de lo que compramos tiene salvaguardias”.
En los centros comerciales, también hay expectativa por cómo será el comportamiento de los consumidores. Sofía Naranjo, gerente de marketing de Mall del Sol, en Guayaquil, menciona que es en la primera semana de diciembre cuando las compras en el centro comercial comienzan a incrementarse y el tráfico de visitantes crece un 25%.
Para atraer más visitantes, este año el premio mayor en concursos navideños será de USD 70 000, un 10% más que el del año pasado. “Las ventas de Navidad superan todo lo que se vende en el año. Sí es una época difícil, pero esperamos que la gente haya guardado dinero para esta época, aún no comienza el movimiento porque todo el mundo espera el décimo para venir”, cuenta Naranjo.
En este contexto económico, la intención de dar regalos y el monto de recursos para gastar varía si se compara a las dos principales ciudades del país.
Según Eurek, en Quito, el 55% entregará obsequios por Navidad, dos puntos porcentuales menos que en el 2014; mientras que en Guayaquil es un 46%, esto es 9 puntos porcentuales menos que el año pasado.
El guayaquileño Elías Tumbaco cree que la situación financiera de su hogar no es la misma que el año pasado, “pero para no quedar mal, va a tocar gastar lo mismo que el año pasado, unos USD 300 en regalos. Lo malo es que ya no se puede ir a la frontera a comprar más barato porque ahora termina costando igual”.
La intención de este guayaquileño refleja los resultados del estudio de Eurek, pues en Guayaquil, la mayoría de encuestados dijo que piensa gastar lo mismo que el año pasado (41%), mientras que solo un 23% dijo que gastará menos.
En Quito, en cambio, un 53% piensa gastar más que en el 2014 y solo un 25% gastará menos que el año anterior.
Para Bertha Romero, analista económica de la consultora Aval, este año, el ahorro debería primar.“El presupuesto es más apretado este año y el ecuatoriano tiene que ser más conservador. En años anteriores el país vivió un boom de consumismo, salarios altos, gente con más ingresos”, dice Romero.
Lo que la analista recomienda es que desde noviembre se realice un registro detallado de los gastos diarios, antes de que se comience a hacer compras navideñas. “Con el registro, los hogares podrán aplicar la técnica PERC (posponer, eliminar, reducir y conservar)”.
Romero considera que en el uso de tarjeta de crédito para estas fechas lo ideal es ser cauto. Y esa parece ser la intención en Ecuador, pues un 88% de los encuestados por Eurek dijo que pagará los regalos navideños en efectivo.
Para consumos o gastos pasajeros (cenas o eventos navideños) no es recomendable usar la tarjeta y diferir a varios meses un monto, señala Romero. “La gente tiende a usar la tarjeta cuando no tiene liquidez pero hay que tomar en cuenta qué tipo de consumo haré y cómo será el diferido. Si estoy endeudándome para la cena o consumo de alimentos no es algo razonable pagar durante seis meses algo que comí una noche”. Esos gastos deben pagarse de contado o a fin de mes.