El martes 24 de septiembre del 2019, obreros del Municipio limpiaron propaganda colocada en el Playón de La Marín. Foto: Eduardo Terán/ EL COMERCIO
El 80% de la publicidad exterior que se coloca en la capital no tiene permisos. Se trata de letreros, carteles, afiches y demás anuncios que se ven a lo largo de toda la ciudad, sin que las personas hayan hecho el trámite correspondiente que autorice su colocación.
La Agencia Metropolitana de Control (AMC) arrancó con operativos intensivos que buscan evitar que se coloque publicidad indebida,
no solo en los exteriores de locales comerciales sino en postes, pasos peatonales y paradas de buses.
En la av. Mariscal Sucre, a la altura de El Tejar, las paredes están cubiertas de papeles que anuncian fiestas, conciertos, servicios de plomería, albañilería y pintura. Incluso se ofrecen viajes a Ipiales, limpias, curaciones y lecturas de tarot y tabaco. No faltan los carteles que ofrecen productos para perder peso o evitar el cáncer.
En Cotocollao, en cambio, los postes están forrados con hojas que alertan sobre la pérdida de mascotas. También hay carteles que ofrecen empleo para mujeres extranjeras jóvenes sin experiencia.
Estefanía Grunauer, supervisora general de la AMC, indica que quien pegue anuncios en postes debe pagar una multa del 50% de un Salario Básico Unificado, es decir USD 197.
Ayer, miembros de esa dependencia acudieron a la intersección de la Machala y Vaca de Castro y comenzaron a detectar los anuncios indebidos en postes. Los uniformados ubicaron el número telefónico que se anuncia en el cartel y llamaron para confirmar que sea de la persona que ofrece el servicio.
Advirtieron que se encontraban realizando operativos de control y que no es permitido colocar anuncios en esos espacios.
En la tradicional calle La J, en Solanda (sur), hay decenas de rótulos publicitarios. Foto: Armando Prado/ EL COMERCIO
Grunauer indica que ese momento se inicia un proceso administrativo, en el que las personas tienen el derecho a defenderse, pero si se comprueba que incumplieron la Ley, recibirán la sanción.
Los agentes tienen la potestad de retirar la publicidad que no tiene permiso. Quitar los anuncios de postes es costoso. El pegamento que se utiliza es potente y limpiarlo es complicado.
Emaseo cuenta con hidrolavadoras que se encargan de esa labor. Retiran los anuncios con presión de agua y vapor.
La hora de trabajo de una hidrolavadora bordea los USD 24, que incluye la maquinaria, implementos de aseo y el trabajo del personal.
El incumplimiento de la normativa va más allá de postes y paredes. Para poder colocar un letrero en el espacio público se debe pedir autorización en la Administración Zonal a la que corresponda o en la Secretaría de Territorio, y es requisito obtener una LMU 21 (Licencia Metropolitana Urbanística) y pagar una regalía, dependiendo del tamaño.
La ley indica que la publicidad no puede ocupar más del 30% de la fachada de la edificación, y que no se permite colocar letreros sobre terrazas, a manera de pestaña, porque el viento podría llevarse el anuncio y causar un accidente. Sin embargo, ocurre.
En Quito hay espacios donde la publicidad es colocada sin tomar en cuenta la norma. En la av. De la Prensa, entre la Fernández Salvador y la Diego Vásquez de Cepeda, hay al menos 40 locales cuya publicidad supera lo que establece la ordenanza municipal.
Del 15 de mayo hasta el 23 de septiembre de este año, la AMC sancionó a 108 personas. Durante todo el 2018, a 178.
La sanción depende del tamaño del anuncio. Si el cartel es de menos de 8 m², será el 20% del salario (USD 78,8) por metro o fracción del elemento publicitario. En letreros de más de 8 m², la sanción sube al 60% (236,4) por metro.
No obstante, hay cosas que están completamente prohibidas, como pintar árboles, postes o paredes, entregar volantes en la vía o espacios públicos, o colocar elementos publicitarios que obstruyan la visibilidad de señalización.
Tampoco se permite utilizar materiales disonantes como neón y fluorescentes, o colocar publicidad en túneles o en pasos a desnivel.
La AMC ha identificado algunas zonas más problemáticas, como la avenida Pichincha, La Marín, en el sector de La Y, y El Tejar, en el centro.
Grunauer indica que desde mayo hasta agosto se trabajó en un primer acercamiento, entregando exhortos a la gente que incumplía. Se hicieron
6 000 llamados de atención.
Además, se inició una campaña intensiva en redes sociales, para que las personas eviten incumplir la norma.
La AMC señala que los controles no solo se limitarán a publicidad sino a basura, a construcciones, a ventas informales y ruido. El viernes 20 de septiembre se sancionó a una persona que pintaba un grafiti en la calle García Moreno, en el Centro Histórico, con una multa de USD 197, según lo que establece el Código Municipal.
El urbanista Hugo Cisneros ve con buenos ojos los operativos. Asegura que el control, las multas y la educación son las únicas medidas capaces de ordenar la ciudad, evitar la contaminación visual y crear respeto por el espacio público.