La leyenda de Cantuña, la Caja Ronca y el Padre Almeida son tres leyendas tradicionales de Quito contadas entre voces tímidas, alegres y pícaras. Los protagonistas son los niños, quienes viven las fiestas a su manera. Lo hacen desde sus lugares favoritos y los relatos que les cuentan en sus casas o instituciones educativas.
Otros, también, disfrutan las festividades de la capital a través de los juegos tradicionales como el trompo, el elástico, la cuerda y demás. Lo importante es que todavía se los practica y son divertidos, aseguraron.
Este Diario acudió a dos planteles educativos: la Ludoteca (en el sur) y el SEK Internacional (en el norte) para conversar con los estudiantes sobre las festividades.
Desde su visión, ellos expresaron un saludo a la urbe por las fiestas de Quito y sus 481 años de fundación española.
Además, mostraron sus lugares favoritos. El Centro Histórico y sus iglesias y demás espacios fueron parte de sus sitios preferidos, que los visitan con sus familias.
Al principio, la timidez los embarcó. Poco a poco, se soltaron y contaron las leyendas, saludaron y conversaron lo que significa la ciudad para ellos.
Los calificativos abundaban. ¡Es mi Carita de Dios! ¡Es mi ciudad querida! fueron algunas de sus expresiones.
Aquí, un poco de las palabras y rostros de los que disfrutan las fiestas de manera diferente y, un poco, divertida.