El dólar seguirá fortaleciéndose frente a otras monedas durante el primer semestre del año. Foto: Pixabay
Tras dos años de un bajo crecimiento mundial, 2,5% en el 2016, se espera que en el 2017 el crecimiento sea de 2,7%, según la organización de riesgos comerciales, Coface.
La proyección de un aumento económico se debe al repunte de la actividad de las economías emergentes. Por ejemplo la recuperación de Brasil y Rusia puede compensar la desaceleración económica de China.
También, este año se espera que el índice mundial de precios de materias primas del Fondo Monetario Internacional incremente del 10% al 11%.
Aunque en noviembre del 2016 la Organización de países exportadores de petróleo (OPEP) logró un acuerdo para incentivar el incremento del precio del petróleo, se ve poco probable que la tendencia continúe. Esto se debe a la falta de garantías de cumplimiento con los objetivos de producción para el primer semestre de 2017; los compromisos a largo plazo de los países de la OPEP que están todavía por ser ratificados; y el riesgo de la liberación en el mercado de crudo estadounidense. Ante este panorama, cualquier posible reequilibrio del mercado es probable siempre y cuando ocurra lentamente.
Según información de Coface, el débil crecimiento en el comercio internacional (previsto en 2.4% para 2017, comparado con un 2.2% en promedio entre 2008 y 2015 y 7% en promedio entre 2002 y 2007) podría limitarse por la situación político-económica de Estados Unidos. Las medidas anunciadas por el actual presidente Donald Trump, por ejemplo, tendrán un efecto menor sobre la economía americana en relación a que en aquellos países que exportan considerablemente a Estados Unidos, como: Honduras, El Salvador, México y algunos países de Asia como Vietnam.
En este contexto el dólar seguirá fortaleciéndose frente a otras monedas durante el primer semestre del año. Adicionalmente, el creciente nivel de incertidumbre en las economías desarrolladas se convertirá en un factor susceptible de inhibir el flujo de inversiones en las economías emergentes, según estudios de Coface.