Soldados del ejército afgano asisten a una maniobra militar a las afueras de Kabul, Afganistán. Foto: EFE
El 47,5 % de los militares extranjeros que desertaron durante su período de entrenamiento en Estados Unidos en la última década procedían de Afganistán, reveló hoy, 20 de octubre de 2017, la inspección especial general para la reconstrucción de Afganistán (Sigar) del Congreso de EE.UU.
“Casi la mitad de todos los militares extranjeros que desertaron mientras recibían entrenamiento en Estados Unidos desde 2005 procedían de Afganistán”, 152 de 320 casos, explicó el órgano en un informe publicado hoy.
En total, los miembros de las fuerzas de seguridad afganas que desertaron en suelo americano son casi un 6 % de las 2 537 personas de esta nacionalidad que recibieron instrucción.
La falta de seguridad al volver a su país, las amenazas a familiares por parte de los talibanes y las pocas garantías de recuperar su antiguo puesto de trabajo o encontrar uno mejor son algunas de las razones que explican las elevadas cifras de desertores afganos, según la Sigar.
“Cinco estudiantes a los que entrevistamos aseguraron que sus vidas estaban en peligro si volvían a Afganistán”, precisó el órgano, antes de relatar el caso de una militar que aseguró que “los talibanes visitaron y amenazaron a su familia poco después de haberse ido”.
La mayoría de las deserciones ocurrieron en 2009, 2015 y 2016, cuando la violencia era mayor en el país asiático.
Los militares “no saben qué trabajo tendrán a la vuelta, en parte porque la ley afgana no obliga a las unidades a devolverles a su antiguo puesto o a ofrecerles uno en el que puedan aplicar lo aprendido”, explica el informe.
Estas estancias de formación son en ocasiones vistas por los afganos como una oportunidad para pedir asilo o instalarse en EEUU.
En el reporte se afirma que 83 de los militares afganos que desertaron permanecen desaparecidos o han huido del país norteamericano, y que tan solo 27 de los 152 han sido arrestados o devueltos a Afganistán.
EE.UU. ha formado desde 2005 a 253 977 miembros de diversas fuerzas de seguridad (frecuentemente militares y policías) con sus programas de entrenamiento para estudiantes militares internacionales.
“Desde 2001, el Gobierno de EEUU ha gastado miles de millones de dólares para entrenar a las Fuerzas Afganas de Defensa Nacional y Seguridad (…), y sin embargo la seguridad en el país ha continuado deteriorándose”, constata el informe.
Desde el fin de la misión de combate de la OTAN en enero de 2015, Kabul ha ido perdiendo terreno ante los talibanes hasta controlar apenas un 57 % del país, según la Sigar.