La feria de autos en Ambato se extiende en los 3 kilómetros de la vía que conduce a la parroquia Picaihua. Los lunes y martes se exhiben 4 000 vehículos de todas las marcas, modelos y colores. Foto: Glenda Giacometti / EL COMERCIO
Los operativos de control en la feria de vehículos usados en Ambato continuaron hoy, lunes 9 de mayo del 2016. El propósito es que los comerciantes de los automotores cuenten con los documentos en regla para evitar la venta de posibles autos robados o alterados. Además, que se formalice esta actividad económica con la entrega de facturas.
El plan está a cargo de la Policía Nacional, Servicios de Rentas Internas (SRI), Consejo Municipal de Seguridad Ciudadana (Comseca), Dirección de Tránsito y Transporte y Movilidad, la Empresa de Gestión integral de Desechos Sólidos y otras entidades. La idea es que esta actividad comercial, considerada la segunda del país, sea segura para compradores y vendedores.
Norma Guerrero, presidenta de la Asociación de Comerciantes de Vehículos Usados Tungurahua, explicó que apoya este tipo de controles para evitar que los compradores sufran posibles estafas con la venta de vehículos de dudosa procedencia y se facture por las ventas.
“El proceso para la facturación se inició en noviembre del 2014 tras la reunión con los técnicos del SRI. Ahí se decidió que los comerciantes obtengan su RUC. También, la entrega de un poder a través de un acta recepción del dueño del vehículo al vender. Se factura de la utilidad del vendedor como una comisión. Pero solo 140 socios trabajamos con esta regulación”, mencionó Guerrero.
Sin embargo, hay más de 2 000 comerciantes que llegan para vender los automotores sin esa documentación ni las facturas. Con las regulaciones y controles lo que buscamos es que la feria de Ambato sea la más segura, es decir, que se efectúen los papeles en la notaría, se acuda a la Policía Judicial y todos los documentos salgan en regla”, dijo Guerrero.
Es por eso que el SRI y otros organismos iniciaron el control en la feria de autos usados. “La mayoría no cumple, hay contratos en blanco que luego son notariados en otras ciudades sin la presencia de los dueños del auto, eso es ilegal. Por eso respaldamos los operativos de control”.
La feria de autos usados es una vitrina se extiende en los 3 kilómetros de la vía que conduce a la parroquia Picaihua, en el oriente de la capital del Tungurahua. Los lunes y martes se exhiben 4 000 autos de todas las marcas, modelos y colores.
Más de 8 000 personas de todas partes del país arriban para adquirir o comercializar los vehículos. Cecilia Naranjo, directora de Comseca, aseguró que hay denuncias de trámites ilegales, problemas de movilidad, robos y más, “La idea es tener el control de todos para evitar problemas”.
Según la Asociación de Comerciantes de Autos Usados de Tungurahua, la crisis económica que afronta el país, hizo que las ventas bajaran en un 40%. Antes se vendían 500 autos semanales ahora solo 300. Diego Bautista, comerciante quiteño, dijo que los controles son positivos para que la feria ambateña sea una de las más seguras del país, aunque las ventas bajaron. “Antes vendíamos dos carros mensuales, ahora bajó a uno mensual o cada dos meses”.