La mujer ha dado su testimonio desde una cárcel de Baja California (México), donde espera el veredicto de la Justicia. Foto: Twitter
La suya es una historia de terror y crueldad en extremo. Brutalidad que se refleja en las confesiones que ella misma ofreciera ante la Justicia mexicana. Entre ellas se mencionan dos hechos que espeluznan: bebió sangre humana mientras esta aún estaba caliente y tuvo relaciones sexuales con cadáveres. Lo hizo mientras pertenecía al clan criminal mexicano de Los Zetas.
El portal mexicano Denuncias publicó sobre el impactante caso. La protagonista de la macabra historia se llama Juana, una mujer ahora de 28 años cuyo alias es ‘La Peque’. Ella ha dado su testimonio desde una cárcel de Baja California (México), donde espera el veredicto de la Justicia.
Las revelaciones de la sicaria van más allá. Según reseña Denuncias, ha reconocido que empezó a “excitarse, rociarse y bañarse” con la sangre de las víctimas a las que asesinaba, hasta el punto de utilizar “tanto las cabezas cortadas como otras partes de los cuerpos para darse placer”.
¿Y cómo comenzó esa vida cargada de violencia y brutalidad? Juana ha dicho que fue rebelde desde pequeña y que pronto se volvió adicta a las drogas y al alcohol. A los 15 años se quedó embarazada de un hombre 20 años mayor que ella. Y para mantener a su hijo, ingresó en el mundo de la prostitución, hasta que se cruzó en el camino de los mafiosos de Los Zetas, que la contrataron primero como ‘halcona’; es decir, quien da detalle a la banda delincuencial de las operaciones de los policías.
‘La Peque’ ha dado otro testimonio igualmente conmovedor durante su trabajo para el clan mexicano: fue testigo de la ‘ejecución’ de un hombre a quien aplastaron brutalmente la cabeza con una maza. “Recuerdo que me sentí triste y pensé que yo no quería terminar así”, ha dicho, según la publicación de Denuncias, que fue reproducida primero por el rotativo británico Daily Mail y este miércoles 17 de agosto por el portal de la cadena Russia Today.