La AMT informó la semana pasada que se prohíbe vender y comprar productos en las zonas semaforizadas. Foto: Galo Paguay / EL COMERCIO
Los comerciantes informales que trabajan cerca de los semáforos o esquinas de Quito sienten preocupación luego del anuncio realizado por la Agencia Metropolitana de Tránsito (AMT) de intensificar los controles.
La entidad informó el lunes 23 de diciembre del 2019 que se prohíbe vender y comprar productos en las zonas semaforizadas. Hizo un llamado a los conductores que adquieren mercadería mientras manejan sus carros, para que no detengan el flujo vehicular en la ciudad. “Evitar distracciones en los semáforos, puedes prevenir accidentes y llegar a tiempo a tu destino” escribió la AMT en su cuenta de Twitter.
También instó a que los conductores no incurran en infracciones y accidentes por comprar en sitios no autorizados y detener el tránsito. “Comprar junto a los semáforos está prohibido, no fomentes la venta en estos sitios”, señala la entidad.
En la Ordenanza Municipal 0280 se establece como espacios públicos a las aceras, plazas, parques, zonas emblemáticas, portales, parterres, pasajes, puentes, bulevares, paradas de transporte de servicio público, vehículos de transportación pública y demás espacios públicos del Distrito Metropolitano en donde no se puede vender y comprar productos, y también estipula las infracciones en que las que pueden incurrir quienes no respeten la normativa.
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La Ordenanza 332, en su artículo 104, establece que en el caso de los vendedores informales “serán reprimidos con una multa del 50% de un salario básico unificado”; es decir USD 197. “Los semáforos no son un sitio seguro para la compra y venta de artículos”, insiste la AMT en la red social Twitter.
De momento, la Agencia Metropolitana de Control despliega operativos para verificar que no se presenten las ventas informales, principalmente en el Centro Histórico de Quito.
Sin embargo, este Diario hizo un recorrido la tarde de este jueves 26 de diciembre del 2019 y constató la presencia de comerciantes autónomos no regularizados en diferentes puntos del Casco Colonial. En la calle Chile, desde la Benalcázar hasta el centro comercial Hermano Miguel, algunos comerciantes llegaron con sus productos. Venden globos de los deseos, frutas, juguetes, plantillas de zapatos, aguas, alimentos, preparados, entre otros.
Foto: Galo Paguay / EL COMERCIO
Unos trabajaban mientras se escondían de los agentes metropolitanos. Otros lo hacían directamente en la calle y huían rápidamente al notar la presencia de los uniformados. A las 15:00, decenas de vendedores continuaban movilizándose con su mercadería en las calles del centro.
Esthela Domínguez, dirigente de la Asociación de Trabajadores Autónomos Organizados (Asotrab), señaló que alrededor de 1000 vendedores informales han salido laborar en los últimos días en el centro. Reconoce que los controles se han intensificado por parte del Municipio y ahora salen a las calles bajo el riesgo de que los sancionen, pero es la única forma de tener ingresos al final del año.
De otro lado, los comerciantes que laboran cerca de los semáforos continuaban haciéndolo la mañana de hoy en varios puntos del centro, sur y norte de Quito. Por ejemplo, en los semáforos del intercambiador de El Trébol, ecuatorianos y extranjeros vendían frutas, papas fritas y aguas.
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Lo mismo en varios puntos del norte. En la intersección de la Granados y 6 de Diciembre, ciudadanos extranjeros vendían comida entre los vehículos y los conductores les hacían el gasto mientras el semáforo permanecía en rojo.
En la Portugal y República del Salvador se encontraba un hombre expendiendo los globos del deseo. “A USD 2 los que tienen forma de corazón. A un dólar los sencillos”, gritaba. La mayor cantidad de comerciantes se ubicó en la Eloy Alfaro y República.
Allí había malabaristas y gente ofreciendo frutas, maní y globos del deseo. Otros tenían gafas con la forma 2020, juguetes, entre otros productos.
Carmen Zapata contó que las ventas han bajado con relación al 2018. Junto al semáforo de la Amazonas y República, ella vende gafas a USD 2,50 y su objetivo es que toda la mercadería se le termine hasta las 00:00 del 31 de diciembre.
Todo el tiempo se mantiene alerta para evitar que los agentes metropolitanos le retiren sus productos. “Trabajo con mi esposo y mis hijos que están de vacaciones”.
En el mismo sitio se encontraba Marlon, de 15 años. Aseguró que hasta el mediodía logró vender 50 periódicos con el especial de inocentes de