La marcha estuvo encabezada por Jaime Bastidas, presidente del Comité Cívico; Guillermo Herrera, prefecto provincial; Julio César Robles, alcalde de Tulcán, y líderes gremiales. Foto: Washington Benalcázar / EL COMERCIO
A las 15:20 de hoy, 5 de octubre del 2016, inició la marcha denominada por la Dignidad del Carchi. La medida de protesta, que se desarrolla en el centro de la ciudad de Tulcán, capital del Carchi, en el norte de Ecuador, es para hacer público el malestar de la población por la crisis económica que afecta a esta provincia que limita con Colombia.
El fenómeno tiene relación con la continua devaluación de la moneda del vecino país frente al dólar estadounidense, que se utiliza en Ecuador, y que torna más baratos los productos y servicios que se ofertan en Colombia en relación a los que se ofrecen en Ecuador. Eso provoca, desde hace una década, el paso permanente de ecuatorianos que van al sur de Colombia a realizar compras, mientras las bodegas, tiendas, almacenes… del Carchi permanecen vacíos, porque ya no vienen, como antes los compradores de Colombia.
Según Jaime Bastidas, presidente del Comité Cívico para la Reactivación Económica del Carchi, la marcha es para denunciar la supuesta falta de apoyo del Gobierno del presidente Rafael Correa. Sin dar cifras, aseguró que los créditos estatales ofrecidos para los sectores productivos han sido mínimos. Además cuestionó la efectividad de la denominada canasta comercial, prevista para que los comerciantes carchenses puedan traer mercadería de Colombia libre de impuestos y venderlos a menor precio que en el interior del Ecuador.
Según datos del Comité Cívico para la Reactivación Económica del Carchi, que aglutina a los comerciantes, transportistas, artesanos, agricultores, entre otros, y que convocó a la marcha, desde el 1 de julio del 2016 hasta el momento, ningún comerciante habría podido acceder a la canasta comercial.
Mientras que, en la primera fase, que se extendió del 7 de octubre del 2015 al 12 de julio del mismo año apenas 604 comerciantes de esta jurisdicción, de los 4 739 que fueron autorizados, pudieron acceder a este beneficio. Ellos ingresaron mercadería por un monto de USD 3,6 millones, aunque la cifra máxima autorizada era de 54 millones.
Foto: Washington Benalcázar / EL COMERCIO
Los manifestantes coparon aproximadamente cuatro cuadras, a lo largo del recorrido que se extendió desde el monumento de El Minguero hasta el Parque de la Independencia, ubicado frente al Municipio de Tulcán y la Prefectura del Carchi. Uno de los gritos de los manifestantes era: “fuera Correa, fuera”.
La marcha estuvo encabezada por Jaime Bastidas, presidente del Comité Cívico; Guillermo Herrera, prefecto provincial; Julio César Robles, alcalde de Tulcán, y líderes gremiales.
La presencia de las autoridades locales fue cuestionada por la Gobernación del Carchi, que consideró que la acción tomó un tinte político.
Un día antes de la marcha, el presidente Rafael Correa cuestionó la convocatoria para que los carchenses salgan a las calles. En su Twitter señaló: “Mañana, los de siempre, harán una marcha en Tulcán para “protestar” por la “desatención” del Gobierno. Si así se solucionan los problemas avísenme también para protestar…”.
La frase hacía alusión a la supuesta falta de gestión de la Prefectura, en el ámbito productivo, y el Municipio de Tulcán, en las obras de asfaltado.
Ante esto, el Alcalde de Tulcán respondió, mediante un comunicado público: “Presidente, a los tiempos que se acuerda de Tulcán… me permito responder su “tradicional cortesía” señalando que una de las características de los carchenses es nuestra prodigiosa memoria… debe ser por la buena papa que se da en nuestra tierra, que para nada se compara con la holandesa, peruana o colombina”.
Lo último tendría relación a la importación de papa foránea, que estaría afectando a la producción local del Carchi.
La mañana de hoy, funcionarios estatales arribaron a la capital del Carchi, entre ellos Verónica Gallardo, gerente del Banco de Desarrollo de Ecuador, para informar que el Gobierno ha financiado obras por USD 67 millones en Carchi, durante la última década.
Foto: Washington Benalcázar / EL COMERCIO