En ese lugar reposaba la imagen de Jesús del Gran Poder en la iglesia San Francisco en Guayaquil. Foto: Eddy Gómez / EL COMERCIO
La destrucción de la imagen de Jesús del Gran Poder es el segundo ataque que se registra en la iglesia San Francisco, en la av. 9 de Octubre, en el centro de Guayaquil, en la última semana.
Al cuerpo sangrante de Jesús del Gran Poder se sumaron otras heridas. Las manos de madera quedaron cortadas y sin dedos. La corona de espinas estaba en pedazos. La cruz que llevaba sobre la espalda estaba rota en cuatro partes.
Era la misa de las 12:00 del domingo 10 de noviembre del 2019 cuando una mujer tumbó la imagen que reposaba en el pedestal del lado derecho del altar principal.
La imagen cargando la cruz tiene 60 años de antigüedad. Se mandó a elaborar cuando surgió la devoción por Jesús del Gran Poder, en Quito; esa primera imagen tiene 65 años y está en la iglesia San Francisco, en el centro de Quito.
Según el fray Francisco Meza, superior del convento de San Francisco, fue un acto “muy violento”.
Este lunes 11 de noviembre, recordó que la gente lloraba cuando vio caer violentamente a la imagen que veneraban. Los feligreses estaban en el momento de la comunión cuando una mujer, de 30 años, se acercó y la empujó.
El hecho quedó grabado a través de la cámara de seguridad de la iglesia. Cuando llegó la Policía, ella dijo que estaba rezando a la imagen y se cayó.
Pero Meza señala que en las imágenes se observa que estuvo planificado el ataque. Llegó minutos antes y eso se constató con los videos.
Según el sacerdote, se presume que la agresora es la misma que días antes empujó la imagen de San Antonio de Padua. “No es un hecho aislado y se han producido otros en otras iglesias”.
“Estamos consternados ante lo ocurrido. Estos atentados de violencia deben parar. La próxima vez puede ser una persona la que resulte herida”. Añadió que es una imagen muy querida e histórica que se podrá recuperar. Meza recordó que los testigos contaron que la mujer había dicho a los feligreses que quería renovar la función de la iglesia y que lo haría a un Dios vivo y no muerto.
La Fiscalía del Guayas informó la tarde del lunes 11 de noviembre de 2019 que la mujer, identificada como Antonia S., fue procesada por el delito de destrucción parcial de una imagen considerada patrimonio cultural. Según el COIP, establece una pena de tres años de prisión.
El defensor público, que le asignaron, argumentó que tiene problemas mentales, por ese motivo solicitó medidas sustitutivas a la prisión preventiva.
El juez acogió la solicitud y dictó la prohibición de salida del país y la presentación periódica ante autoridad fiscal mientras se tramita su causa hasta el 21 de noviembre. Ese día se hará una audiencia de juicio directo, que concentra todas las etapas del proceso. Durante la indagación se hará una pericia psiquiátrica y psicológica a la procesada para verificar su
El altar de Jesús del Gran Poder está vacío. Esta mañana, los feligreses consternados se acercaban, se arrodillaban y rezaban por lo sucedido. Ángela Roa visitó la iglesia con su hijo. La devota expresó que se debe reforzar la seguridad del sector. “Uno viene con fe, pero yo voy a pedir por esta persona perturbada para que pueda encontrar su camino en la religión de ella predique”, dijo una devota.